Washington/dpa

Los tres ciudadanos estadounidenses que fueron liberados la víspera por Corea del Norte llegaron hoy al país norteamericano, donde fueron recibidos por el presidente Donald Trump, el vicepresidente, Mike Pence, y el secretario de Estado, Mike Pompeo.

El avión aterrizó esta madrugada en la base militar Andrews a las afueras de Washington, donde ya se encontraba la cúpula del Gobierno estadounidense para saludarlos, entre ellos también el asesor de seguridad nacional, John Bolton.

«Es para mí un gran honor poder ayudarlos», dijo Trump. «Esta es una noche especial para estas tres personas realmente maravillosas. Felicidades por estar en este país», añadió el Presidente, que acudió también acompañado de su mujer Melania.

Trump los recibió directamente en el avión y después todos salieron del mismo, dos de ellos haciendo signos de victoria en lo alto de la escalera, antes de volver a pisar suelo estadounidense. En la base militar ondeaba una bandera estadounidense gigante.

Kim Dong Chul, Tony Kim y Kim Hak Song se encuentran en buen estado de salud, según datos estadounidenses, aunque serán sometidos a una revisión médica en un hospital militar. Ningún miembro de su familia acudió al aeropuerto, según la Casa Blanca.

La liberación se produjo la víspera tras una visita de Pompeo a Pyongyang para preparar la Cumbre prevista entre Trump y el líder norcoreano Kim Jong-un con el objetivo de avanzar en la desnuclearización de la península coreana.

Trump valoró la liberación como un gesto de buena voluntad de Kim. «Ha sido amable por su parte liberarlos antes del encuentro», dijo tras saludar a los detenidos.

Al respecto, Trump dijo que la fecha y el lugar del encuentro ya están decididos y se comunicarán «muy pronto». Se espera que tenga lugar a finales de este mes o comienzos de junio.

«El logro del que más orgullosos estaremos será la desnuclearización de la península entera», señaló. «Creo realmente que quiere hacer algo y llevar a su país al mundo real», dijo sobre Kim. «Veremos qué ocurre», añadió.

Uno de los liberados, Kim Dong Chul, dijo al llegar con la ayuda de un intérprete que se sentía muy aliviado por volver a estar en suelo estadounidense. «Es como un sueño. Estamos muy felices», declaró y contó que durante su tiempo encarcelado tuvo que realizar muchos trabajos forzosos, pero que cuando enfermó siempre fue atendido por médicos.

Las autoridades norcoreanas detuvieron en los últimos años a algunos ciudadanos estadounidenses, además de surcoreanos y otros extranjeros, normalmente acusados de «comportamiento hostil».

Kim Dong Chul, nacido en Corea del Sur, fue condenado hace dos años a diez años de cárcel en Corea del Norte por un presunto intento de golpe de Estado. Previamente fue exhibido ante representantes de medios extranjeros, donde él mismo se identificó como un espía del servicio secreto surcoreano.

Sin embargo, a principios de 2016 había contado a la cadena estadounidense CNN que viajaba continuamente entre China y Corea del Norte como jefe de una empresa mercantil.

Kim Hak Song fue detenido hace un año en Corea del Norte acusado de comportamiento hostil. Según medios estadounidenses, trabajaba para una empresa de investigación agrícola de la Universidad de Pyongyang de Ciencia y Tecnología. Kim también es de origen surcoreano, pero nació en China. Estudió en California y obtuvo la nacionalidad estadounidense en los años 2000.

Tony Kim también fue detenido en Corea del Norte hace poco más de un año y acusado de comportamiento hostil. También trabajaba para la Universidad de Pyongyang de Ciencia y Tecnología, donde era profesor de contabilidad.

Trump recordó hoy también a Otto Warmbier, otro estadounidense detenido en Corea del Norte que murió tras ser liberado. «Quiero presentar mis más sinceros respetos a los padres de Otto Warmbier, que era un joven maravilloso que sufrió de verdad», dijo Trump en la base militar Andrews y agregó que recientemente conversó con ellos por teléfono.

La familia demandó recientemente al Gobierno de Corea del Norte por «torturas brutales y asesinato».

A finales de 2015, Warmbier, que tenía 21 años, fue detenido en el país cuando estaba de visita junto a un grupo de turistas y fue condenado a 15 años en un campo de trabajo por «comportamiento hostil hacia el Estado» tras robar presuntamente un cartel de propaganda. Pocos días después de su vuelta a Estados Unidos en junio de 2016 falleció, tras pasar 15 meses en coma.

Este caso incrementó las tensiones entre Trump y Corea del Norte en un momento en el que Estados Unidos endureció las sanciones por una serie de ensayos nucleares y lanzamientos de misiles por parte de Pyongyang.

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