ASUNCIÓN
Agencia (AP)

Los principales candidatos presidenciales de Paraguay, Mario Abdo Benítez y Efraín Alegre, consideraron clave una reforma al poder judicial y afirmaron que la impulsarán si ganan las elecciones del 22 de abril.

Ambos rivales coincidieron ayer en la necesidad de reforzar la impartición de justicia durante un debate en el que fueron los únicos invitados y que organizó la asociación no gubernamental Democracia en Desarrollo (Dende).

El ganador de los comicios sucederá al actual mandatario Horacio Cartes el 15 de agosto próximo para un período de gobierno de cinco años sin posibilidad de reelección por mandato constitucional.

Alegre, de 55 años, pertenece a la opositora Alianza Nacional y Abdo Benítez, de 46, al gobernante Partido Colorado.

Unos 4.2 millones de paraguayos elegirán, además, 45 senadores, 80 diputados, 17 gobernadores departamentales y 18 legisladores.

Los otros ocho aspirantes no fueron tenidos en cuenta porque, según Dende, no alcanzaron el 4% de la intención de voto en las encuestas de empresas consultoras privadas.

Abdo Benítez, experto en mercadeo y graduado en la Universidad Teikyo, de Connecticut, encabeza las preferencias electorales con 55.7%. Alegre, abogado, capta un apoyo de 31.4%.

«El poder judicial está controlado por los narcos», dijo Alegre en un momento de su exposición de un minuto por cada pregunta, sin hacer especificaciones.

«Cuando esté al frente del gobierno (si triunfare) llevaré adelante el cambio del sistema judicial para tener transparencia y una justicia rápida y barata para otorgarle al país seguridad jurídica», acotó, exhibiendo en sus manos la bandera paraguaya con los colores rojo, blanco y azul.

El moderador Carlos Peralta le solicitó de inmediato que dejara de mostrar el símbolo porque no estaba pactado hacerlo a lo que Alegre, visiblemente molesto obedeció pero aclaró: «Es bandera paraguaya, no creo que nadie se ofenda por mostrarla».

Su oponente, por su lado coincidió expresando que al poder judicial «le falta credibilidad por lo que impulsaré su reforma…».

Ningún magistrado del foro local hizo declaraciones de momento sobre la posición de los candidatos.

El analista político Ignacio Martínez, en entrevista con The Associated Press dijo que el debate «fue cansino porque se habló de generalidades, ninguno quiso profundizar en los temas abordados, tuvo un desarrollo lento y aburrido».

No obstante, Alegre llamó la atención cuando al ser consultado sobre cómo mejoraría el sistema de salud pública, respondió: “El presupuesto de gastos anual del ministerio de Salud es de 900 millones de dólares pero si el Congreso hubiese aprobado un incremento significativo en el impuesto a la producción de cigarrillos, el Estado hubiese podido recaudar entre 600 y 700 millones de dólares al año para invertir en salud».

El Congreso solo dio su visto bueno a un aumento de 2% al impuesto por fabricación de cigarrillos.

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