Por agencias/dpa
Roma

Los antisistema del Movimiento Cinco Estrella y los populistas de derecha de la Liga reivindicaban hoy la jefatura del próximo Gobierno en Roma tras los resultados obtenidos en las elecciones legislativas italianas de ayer.

«Somos los ganadores absolutos», dijo hoy el líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5S), Luigi Di Maio. Su partido, aseguró el joven de 31 años, representa a todo el país, a «toda la bota». Con el escrutinio casi completo, el M5S consiguió en las elecciones el 32.6 por ciento de los votos, convirtiéndose así en la fuerza política más votada. No obstante, no cuenta con la suficiente mayoría parlamentaria para gobernar.

También la ultraderechista Liga reclamaba hoy el futuro Gobierno. Millones de italianos le han encargado a la Liga «liberar (al país) de la inseguridad y la inestabilidad», de la que son responsables el ex primer ministro Matteo Renzi y Bruselas, dijo en Milán su líder, Matteo Salvini. No será «ni Berlín, ni París, ni Bruselas», ni tampoco los mercados financieros los que decidan, agregó.

Este partido xenófobo concurrió en coalición con el partido conservador del octogenario ex primer ministro Silvio Berlusconi, Forza Italia, pero sólo consiguió el 18 por ciento de los votos. En su conjunto, la alianza de centro-derecha suma el 37 por ciento de los respaldos, también una cifra insuficiente para gobernar.

Para ello se necesitan entre el 40 y el 42 por ciento de los votos, una cifra que ninguna posible coalición logra sumar, que se traduce en al menos 316 de los 630 escaños en la Cámara de Diputados, y al menos 158 de los 315 escaños en el Senado.

La Liga y el Movimiento Cinco Estrellas tienen en común una postura crítica con el Gobierno, pero resulta poco probable que sumen fuerzas para Gobernar. Hoy, Salvini dio un rotundo «no» a esa posibilidad en Milán, y además aseguró no iba a formar parte de coaliciones extrañas. «El equipo de Gobierno será de centro-derecha», insistió el político, que el vienes cumple 45 años.

Por su parte, Di Maio, que durante la campaña electoral se mostró poco dispuesto a las coaliciones, aseguró: «Estamos abiertos a todas las fuerzas políticas».

Su formación evita ser etiquetada de izquierdas o de derechas, pero en la Euro cámara comparte grupo político con los populistas de UKIP, el partido que impulsó el Brexit.

 

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