Por FRANKLIN BRICEÑO
LIMA/AP

El presidente Pedro Pablo Kuczynski exhortó a la oposición parlamentaria que busca removerlo de su cargo actuar con sensatez y no gobernar por «rencillas y afanes personales» en medio de la mayor tormenta política en Perú desde el año 2000.

Antes de retirarse y luego de la defensa de su abogado Alberto Borea, Kuczynski, de 79 años, tomó el micrófono y sostuvo que nunca había recibido un soborno y que siempre ha sido una persona honesta. «Debemos realizar una profunda reflexión sobre el comportamiento político que le está haciendo un profundo daño al país», dijo el exbanquero de Wall Street.

Ahora los parlamentarios deben debatir por al menos cuatro horas y luego votar si lo destituyen como presidente de Perú, lo cual podría convertirlo en el primer mandatario en ser destituido en la ola regional de escándalos ligada a la brasileña Odebrecht. La OEA envió una delegación para observar la sesión parlamentaria a invitación del presidente.

Borea, constitucionalista y exparlamentario, dijo a los legisladores que primero deberían investigar al mandatario y una vez que se determine si es culpable procedan a castigarlo. «No se puede decir yo te fusilo y después cuáles son tus descargos. Eso no es debido proceso», dijo Borea mirando al mandatario, quien estuvo sentado a su lado.

Kuczynski enfrenta un proceso de remoción apenas ocho días después de que una investigación encabezada por la oposición mayoritaria en el Congreso unicameral -liderada por el partido de su rival Keiko Fujimori- revelara documentos que muestran que el gigante brasileño de la construcción Odebrecht hizo pagos a la consultora privada del presidente hace más de una década.

Algunos de los pagos hacia Westfield Capital, la firma privada del mandatario, coinciden con el tiempo en que Kuczynski era ministro de Economía y primer ministro del gobierno del entonces presidente Alejandro Toledo (2001-2006).

Kuczynski no ha sido juzgado pero está bajo una investigación fiscal que lo interrogará la próxima semana acerca de su consultora que realizó asesorías financieras a Odebrecht por 782.000 dólares.

Tras negarlo repetidas veces, Kuczynski recién admitió el domingo que ganó «algo de dinero» con Westfield Capital pero señaló que durante esa época no dirigió su empresa sino que delegó sus funciones en el director de la firma, el chileno Gerardo Sepúlveda.

En un mensaje a la nación la víspera Kuczynski pidió disculpas a los peruanos por no ser “ordenado” con sus archivos y memorias.

Con un tono enérgico pocas veces visto en él, Kuczynski afirmó que enfrenta “un golpe bajo el disfraz de interpretaciones legales supuestamente legítimas” y que “la constitución y la democracia están bajo ataque”.

La información que tiene contra las cuerdas al mandatario fue entregada hace una semana por la oficina local de Odebrecht a una comisión investigadora parlamentaria dirigida por el partido de Fujimori, a quien Kuczynski venció en los comicios presidenciales de 2016 por escasa diferencia.

Cuando se agravó la crisis política, la firma brasileña dijo en una carta que trató exclusivamente con Sepúlveda y que las transacciones con la empresa de Kuczynski fueron legales, están contabilizadas y no forman parte de ninguna pesquisa por corrupción.

El constitucionalista Pedro Cateriano dijo a The Associated Press que el Congreso «le ha lanzado un ultimátum al presidente: ‘o renuncia o lo removemos’… en un trámite de tal celeridad nunca antes visto en la historia parlamentaria».

En caso de que Kuczynski sea destituido la ley indica que debe sucederlo el primer vicepresidente Martín Vizcarra, un ingeniero civil de 54 años, quien retornó la víspera desde Canadá, donde se desempeña como embajador, y quien junto a la segunda vicepresidenta Mercedes Aráoz han dicho que mantienen su absoluta lealtad al mandatario.

La bancada oficialista de 17 parlamentarios, la más reducida desde 1995 cuando Perú adoptó un parlamento unicameral, buscará evitar que la oposición sume 87 votos del total de 130 miembros del Congreso para remover a Kuczynski por «incapacidad moral permanente» debido a que negó varias veces haber recibido remuneraciones de Odebrecht.

El partido Fuerza Popular de Keiko Fujimori domina el Parlamento con 71 escaños y necesita al menos 16 votos adicionales de otros cinco partidos para sacar del sillón presidencial al mandatario.

El legislador Daniel Salaverry, vocero del partido fujimorista, dijo que si el presidente viene al Congreso «deberá ser para presentar su carta de renuncia. Estamos dándole la oportunidad… sabemos tomar decisiones».

Cateriano, quien fue primer ministro y ha estudiado la corrupción política peruana de las décadas de 1980 y 1990, indicó que Kuczynski debería ser investigado incluso por una comisión investigadora parlamentaria pero no destituido de forma inmediata.

Si Kuczynski deja el poder sería el cuarto presidente peruano destituido por «incapacidad moral» desde la fundación de la república en 1821. El último en ser removido por esa causa en el año 2000 fue Alberto Fujimori, el padre de Keiko, quien purga 25 años de prisión por corrupción y asesinato.

«En el caso de Alberto Fujimori sí estamos frente a un incapaz moral: dio un golpe de Estado, gobernó al margen de la constitución, delinquió, huyó y renunció desde Japón. No hay por lo tanto ese sustento para afirmar que Kuczynski se ha comportado de una manera inmoral de forma permanente», dijo Cateriano.

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