Gaza/Ramala
DPA

El traspaso del control sobre la Franja de Gaza a la Autoridad Palestina (AP) de Mahmud Abbas, previsto para mañana, podría volver a postergarse, ante la ausencia hoy de información al respecto por parte tanto del Gobierno de Abbas como del movimiento extremista Hamas.

Pese a la actual crisis por el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte del presidente estadounidense, Donald Trump, tanto Abbas como Hamas reiteraron su deseo de superar la actual división palestina.

En los territorios palestinos se produjeron hoy nuevamente enfrentamientos aislados como reacción a la decisión de Estados Unidos. Cerca de la ciudad cisjordana de Belén hubo choques entre manifestantes palestinos y soldados israelíes en los que se registraron varios heridos, informaron medios palestinos e israelíes.

Una portavoz del Ejército israelí aseguró que en la frontera de la Franja de Gaza decenas de palestinos quemaron neumáticos y lanzaron piedras contra los soldados.

En las protestas que se producen desde el jueves han muerto hasta ahora cuatro palestinos, dos en enfrentamientos y dos en los bombardeos de la Fuerza Aérea de Israel en la Franja de Gaza. Además hay más de 700 heridos, principalmente por el uso de gas lacrimógeno. Israel atacó la Franja en la noche del viernes después de que desde allí se lanzaran cohetes contra su territorio, uno de los cuales impactó en la ciudad de Sderot, sin que hubiese víctimas.

Las dos principales organizaciones palestinas, el partido Al Fatah, de Abbas, y Hamas, firmaron el 12 de octubre un acuerdo de reconciliación en El Cairo después de diez años de enfrentamientos.

El pacto prevé que la AP, que controla hasta ahora sólo Cisjordania, se haga cargo también de la Franja de Gaza. El traspaso había sido fijado para el 1 de diciembre inicialmente y después fue postergado al día 10. Ahora tampoco está claro que se mantenga esta fecha.

En la Franja de Gaza viven unos dos millones y en Cisjordania unos 2,9 millones de personas. Los palestinos quieren crear un Estado propio en ambos territorios con Jerusalén Este como capital. De ahí el rechazo al reconocimiento de la ciudad como capital única de Israel.

El principal escollo a la reconciliación es que Abbas quiere que las fuerzas de seguridad de la Franja queden bajo su control, pero Hamas no está dispuesto a ceder la seguridad ni a disolver sus milicias armadas. Ambas partes negocian también sobre el futuro de los empleados públicos.

 

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