Caracas
DPA

El Gobierno venezolano calificó hoy de «irracionales» las nuevas sanciones de Estados Unidos que impiden la entrada a ese país a un grupo de funcionarios venezolanos y sus familiares.

Un comunicado de la Cancillería manifestó el rechazo categórico del Gobierno a la «irracional» decisión de Estados Unidos de catalogar al pueblo venezolano como una amenaza a su seguridad nacional, en esta ocasión bajo «falsos supuestos» de que plantean una amenaza terrorista y al orden público estadounidense.

Afirma que la medida busca forzar un cambio en el Gobierno de Venezuela, que el presidente Nicolás Maduro define como socialista.

Al respecto, expresa su repudio a las conductas «imperiales» del Gobierno de Washington y anuncia que apelará al principio de reciprocidad y considerará todas las medidas necesarias para defender el interés y la soberanía nacional.

Venezuela «reafirma su enérgica condena a la promulgación e implementación de medidas coercitivas unilaterales, en flagrante violación de los propósitos y principios consagrados en la carta de las Naciones Unidas, del derecho internacional, y de las normas que deben regir las relaciones de amistad y cooperación entre los Estados», señala.

Asimismo, denuncia ante la comunidad internacional las acciones «inamistosas hostiles» del Gobierno de Estados Unidos, las cuales, afirma, buscan estigmatizar a Venezuela con el pretexto de la lucha contra el terrorismo, al incluirla en una lista elaborada unilateralmente y en la que se acusa a otros estados de ser supuestos promotores de este terrible flagelo.

«Este tipo  de listas, vale subrayar, son incompatibles con el derecho internacional y constituyen en sí mismas una forma de terrorismo psicológico y político. Se sanciona a nuestro pueblo, además, por su vocación pacifista, así como por su tolerancia y respeto a las distintas religiones y creencias que son profesadas libre y armoniosamente en nuestro país», indica.

La declaración señala que la medida de Estados Unidos se enmarca dentro de una campaña de agresiones sistemáticas contra Venezuela y busca justificar la utilización de temas tan serios como la lucha contra el terrorismo como un medio para alcanzar objetivos políticos.

«(Esta acción) pretende sembrar una opinión errada en la población estadounidense y ejercer presión sobre las instituciones del Estado venezolano y los pretendidos funcionarios públicos sancionados con la medida recién adoptada para coaccionar o forzar un cambio en el gobierno venezolano», agrega.

El domingo, el presidente Donald Trump impuso un nuevo veto migratorio, que reemplaza al anterior e impide parcialmente la entrada a Estados Unidos de ciudadanos de siete países, incluyendo Venezuela y Corea del Norte.

Sobre Venezuela, impide el ingreso de determinados funcionarios del Gobierno y de sus familiares directos. Según las autoridades, los países afectados no cumplieron con las demandas de Estados Unidos para cooperar con Washington e identificar a individuos y compartir información sobre posibles delincuentes o riesgos de seguridad.

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