Por ANDREA RODRÍGUEZ
LA HABANA
agencia/AP
El presidente Raúl Castro rechazó lo que calificó de «lecciones» sobre Derechos Humanos por parte de Estados Unidos y consideró que el reciente endurecimiento de las sanciones contra la isla anunciado por el mandatario Donald Trump representa un retroceso en las relaciones bilaterales.
«Cualquier estrategia que pretenda destruir a la revolución, ya sea mediante la coerción o las presiones o recurriendo a métodos sutiles, fracasará», manifestó Castro ante los cientos de diputados reunidos en la Asamblea del Poder Popular, el poder legislativo cubano.
«De igual manera rechazamos la manipulación del tema de los derechos humanos sobre Cuba, que tiene mucho que enorgullecerse con los logros alcanzados y no tiene que recibir lecciones de los Estados Unidos ni de nadie», agregó el gobernante de la nación caribeña.
Castro reiteró que su país está dispuesto a continuar con la normalización de las relaciones entre ambos países en un marco de respeto mutuo, pero dijo que hasta ahora las iniciativas de Trump significan un «retroceso» en ese sentido.
El titular de la Casa Blanca consideró negativas las medidas impulsadas por su predecesor Barack Obama para lograr un acercamiento a Cuba iniciado en 2014. El mes pasado Trump anunció la revisión de la política hacia el país caribeño, con un endurecimiento en los requisitos para que los estadounidenses viajen a la isla y una prohibición de efectuar transacciones financieras con un conglomerado de compañías isleñas bajo control de las fuerzas armadas.
A pesar de la apertura, Obama no logró convencer al Congreso para que pusiera fin al embargo comercial a Cuba, implementado hace cinco décadas con el fin de presionar al gobierno cubano a que modifique el rumbo.
Durante la sesión de la Asamblea también se informó que la economía cubana creció 1,1% en el primer semestre de 2017, una recuperación pequeña luego de la recesión del año pasado, la primera en el país en dos décadas.
El ministro de Economía y Planificación, Ricardo Cabrisas, informó sobre el incremento del producto interno bruto de 1,1% para el primer semestre del año en curso. En diciembre pasado, y por primera vez en más de 20 años, Cuba reportó una caída de 0,9% en este indicador, a la par que el mismo funcionario estimó que el crecimiento en 2017 sería de alrededor del 2%.
A las tensiones propias en la producción se sumó la «inestabilidad en el suministro de combustibles y la insuficiente disponibilidad de divisas», manifestó el ministro en reportes de medios de prensa cubanos, declaraciones relacionadas con las dificultades que enfrenta Cuba como consecuencia de la crisis política y económica en Venezuela, su principal socio comercial y proveedor de combustible.
Según Cabrisas, los sectores con comportamiento positivo fueron el turismo, la construcción, el transporte y las comunicaciones.
Los medios de prensa extranjeros no tuvieron acceso directo a las sesiones.
Paralelamente, los diputados aprobaron una Ley de Aguas Territoriales, que las autoridades justificaron como una prioridad ante el impacto económico derivado de una persistente sequía y las perspectivas de contar con recursos hídricos en la medida que se agudice el cambio climático.