Santiago de Chile
DPA

Los nueve bolivianos condenados por contrabando, robo con violencia y porte ilegal de armas por la Justicia chilena regresaron hoy a su país tras 101 días de arresto y fueron recibidos con carteles de bienvenida por sus familiares, quienes los esperaban en la frontera.

Todos se veían muy emocionados y fueron trasladados al paso fronterizo de Colchane a bordo de doce camionetas de la Policía de Investigaciones.

El grupo llegó a Pisiga, en territorio boliviano, a las 07:55 hora local (11:55 GMT). Cerca del control fronterizo, que abrió antes de lo previsto para recibir a los bolivianos, los esperaban sus parientes con un cartel en el que se leía, «Feliz retorno a su patria».

Los nueve bolivianos, fueron recibidos por familiares y funcionarios de la cancillería boliviana, antes de celebrar una reunión privada. «Otra vez en casa», exclamó Brian Quenallata tras abrazar a su madre en el control fronterizo.

Los liberados declararon a la televisión boliviana que «no se hizo justicia». El retorno fue retransmitido por la televisión estatal Bolivia TV con unidades móviles desde Pisiga, a 430 kilómetros al sudoeste de La Paz.

El grupo será trasladado hoy hasta el Palacio Quemado en La Paz, donde serán recibidos por el presidente de Bolivia, Evo Morales. El mandatario calificó de mártires de la demanda marítima a los nueve bolivianos, quienes habrían sufrido torturas en el momento de su detención por Carabineros de Chile.

Además, Morales anunció que los condecorará, al igual que el Senado de su país, por «haber sido condenados de manera injusta, en el cumplimiento de sus deberes», indicó una declaración emitida ayer desde el Parlamento.

El Gobierno boliviano pagó la multa equivalente a 49 mil dólares, que depositó en un banco chileno, cumpliendo la medida dispuesta por el Juzgado de Garantía de Pozo Almonte para posibilitar la liberación.

Una jueza de esa localidad los condenó a tres años y un día tras un juicio abreviado en el que reconocieron haber incurrido en los hechos que les imputaba la fiscalía de Tarapacá. Sin embargo, sus penas fueron conmutadas por la expulsión del territorio chileno.

La Justicia chilena los acusaba de contrabando, robo con violencia y porte ilegal de armas en un confuso incidente ocurrido el 19 de marzo pasado en la frontera común de Chile y Bolivia en un operativo contra el contrabando.

Los bolivianos aseguran, sin embargo, que cruzaron la frontera cuando perseguían a un grupo de camioneros que intentaban ingresar a su país con mercancía de contrabando desde el sector de Colchane.

La Paz acusó por ello a Chile de invasión y secuestro de ciudadanos bolivianos que estaban cumpliendo con su deber.

Chile y Bolivia mantienen sus relaciones diplomáticas a nivel de cónsules suspendidas desde 1978 luego del fracaso de las negociaciones que llevaban adelante los dictadores Augusto Pinochet y Hugo Banzer sobre la demanda de La Paz de una salida soberana al océano Pacífico.

Actualmente, el caso está radicado en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya. Bolivia perdió su acceso al mar en una guerra librada contra Chile a fines del siglo XIX.

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