Brasilia/Río de Janeiro
agencia/dpa

La policía brasileña detuvo hoy por la mañana a un ex colaborador cercano del presidente Michel Temer, acusado de haber recibido un soborno del gigante cárnico JBS.

Rodrigo Rocha Loures, ex diputado y hombre de confianza del mandatario, se encuentra ahora en prisión preventiva, en Brasilia, para ser juzgado. La fiscalía lo señala como responsable de haber recibido en marzo una valija con 500 mil reales (unos 150 mil dólares) que, según habrían contado ejecutivos de JBS a la justicia, provendrían del pago de un soborno.

Edson Fachin, juez del Tribunal Supremo (STF) encargado del escándalo de corrupción «Lava Jato» («Lavado de automóviles») y quien autorizó la detención de Rocha Loures, consideró «gravísima» la conducta del ex parlamentario.

«Tratándose de un político con influencia en el escenario nacional, hasta hace poco tiempo asesor de Temer y persona de su más estricta confianza (…) se revelan insuficientes para su persona medidas de vigilancia que reemplacen a la prisión», manifestó el juez.

Según informó el diario «O Globo», Cezar Bittencourt, abogado de Rocha Loures, afirmó que la prisión de su representado tiene como objetivo «forzar la delación», aunque avisó que el detenido «permanecerá en silencio».

La detención de Rocha Loures golpea muy de cerca a Temer, ya que aquel, uno de sus asesores más cercanos, está siendo investigado en la misma causa de corrupción por la que a él también se lo acusa.

De hecho, este viernes, respecto a una potencial delación de su ex asesor en el caso de que fuese apresado, Temer había dicho: «Dudo que me denuncie. No sería verdad».

Rocha Loures fue filmado por la Policía Federal (PF) saliendo de un restaurante en la ciudad de Sao Paulo después de haber recibido una maleta con 500 mil reales, en el marco del escándalo que ha puesto contra las cuerdas al Gobierno.

Según la investigación que lleva adelante la Procuradoría General de la República (fiscalía), el dinero cobrado por Rocha Loures formaba parte de un acuerdo entre el empresario Joesley Batista, dueño de la empresa JBS, y el propio Temer.

Batista, que colabora con la Justicia brasileña, grabó secretamente una conversación con Temer en la que el presidente parece avalar el pago de un soborno a un correligionario suyo preso por corrupción, el ex presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha.

En el marco de la investigación contra Rocha Loures, la fiscalía había vuelto a pedir el jueves al STF la prisión del ex colaborador presidencial.

El anterior pedido había sido negado por la máxima instancia judicial en Brasil porque en el momento en el que fue efectuado, hace unos días, el hombre de confianza de Temer ejercía el cargo de diputado como suplente y tenía aún fuero parlamentario.

El escándalo en torno a Temer ha paralizado prácticamente al Gobierno, un año después de la llegada al poder del líder conservador tras la caída de su antecesora, Dilma Rousseff.

Las acusaciones contra el presidente están enmarcadas en el caso «Lava Jato», una investigación sobre la corrupción política que comenzó hace más de tres años inicialmente en la petrolera estatal Petrobras. La megacausa alcanza en tanto a decenas de empresas y políticos en el país sudamericano.

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