Cleveland/Washington
DPA

El multimillonario Donald Trump se presentó ayer ante los votantes como «el candidato de la ley y el orden» y como un líder fuerte que hará que Estados Unidos vuelva a prosperar y a ser respetado en el mundo.

«Acepto con humildad y agradecimiento vuestra nominación para la presidencia de los Estados Unidos», dijo Trump al cierre de la Convención Nacional Republicana en Cleveland (Ohio).

Su discurso, de una hora y 15 minutos de duración, puso broche final a cuatro días de convención llenos de drama, patriotismo, mucha pasión e incluso traición.

Durante la convención, el senador Ted Cruz, miembro destacado del movimiento ultraconservador del Tea Party, no le dio públicamente su apoyo, una muestra clara de las dudas que todavía tiene el ala más conservadora del partido sobre su candidato a la presidencia.

En la Quicken Loans Arena de Cleveland, el magnate pintó un retrato sombrío del Estados Unidos que en enero dejará el presidente Barack Obama a su sucesor o sucesora. Y prometió una era de prosperidad, unidad y seguridad si gana él la presidencia y de miseria, división e inseguridad si se impone en las urnas su rival, la demócrata Hillary Clinton.

Trump acusó a Obama de haber usado «el púlpito de la presidencia» para dividir a los estadounidenses en función de su raza y color, creando «un ambiente más peligroso para todos».

Pero tranquilizó a los votantes. «Tengo un mensaje para todos ustedes: el crimen y la violencia que hoy afligen a nuestra nación llegarán pronto a su fin. A partir del 20 de enero de 2017 (fecha en la que el próximo presidente de Estados Unidos asumirá su puesto), la seguridad será reestablecida», prometió el candidato republicano.

«En esa carrera por la Casa Blanca, ¡yo soy el candidato de la ley y el orden!», proclamó.

El multimillonario también se presentó como el gran defensor de la clase trabajadora. «Son los hombres y mujeres olvidados de este país», señaló Trump. «Yo soy su voz». «Estoy con ustedes, con el pueblo estadounidense». «Lucharé por ustedes», proclamó en diferentes momentos del discurso el candidato, quien retrató a Clinton como una «marioneta» controlada por sus donantes.

El magnate también criticó con dureza la política exterior de la Administración Obama. «Estados Unidos es mucho menos seguro y el mundo mucho menos estable que cuando (el presidente Barack) Obama decidió poner a Hillary Clinton a cargo de la política exterior de Estados Unidos», dijo Trump.

«Este es el legado de Hillary Clinton: muerte, destrucción y debilidad», aseguró el candidato republicano sobre su rival, quien fue secretaria de Estado entre 2009 y 2013.

Trump prometió que siempre antepondrá los intereses de Estados Unidos a todo. «Americanismo, no globalismo será nuestro credo», aseveró el candidato republicano. «¡Estados Unidos, Estados Unidos, Estados Unidos», corearon en varias ocasiones los delegados republicanos.

El candidato prometió que derrotará a «los bárbaros del Estado Islámico» de forma rápida, aunque no explicó cómo piensa hacerlo. Y dejó claro que Estados Unidos seguirá siendo un fuerte aliado de Israel.

El candidato también advirtió a los votantes sobre la política migratoria de su rival, que calificó de «radical y peligrosa». «Las comunidades quieren alivio, pero Hillary Clinton propone amnistía masiva, inmigración masiva e anarquía masiva», añadió el magnate.

Trump prometió que si en noviembre es elegido presidente de los Estados Unidos, construirá un muro en la frontera «para frenar la inmigración ilegal, las bandas criminales, la violencia y las drogas que inundan nuestras comunidades».

El controvertido sheriff estadounidense Joe Arpaio prometió a los votantes que si Donald Trump es elegido presidente de los Estados Unidos en noviembre construirá un muro en la frontera con México y frenará la inmigración ilegal.

«Donald Trump construirá un muro. Y restaurará la ley y el orden y evitará que las drogas y los inmigrantes ilegales entren en nuestro país», aseguró Arpaio.

CONVENCIÓN REPUBLICANA TERMINA CON POCOS ARRESTOS

Las tensiones que rodearon la convención nacional republicana cedieron paso a un alivio con el fin del encuentro político la víspera, en calma, con apenas dos decenas de arrestos en cuatro días gracias a una presencia masiva de la policía y las preocupaciones de los manifestantes por su propia seguridad.

Funcionarios municipales y policías que estaban preparados para protestas masivas y violencia sonaron confiados al cerrar la convención anoche. «Estábamos nerviosos», dijo la portavoz de la policía de Cleveland, Jennifer Ciaccia. «Nos entrenamos aquí para asegurarnos de que la gente estaría segura».

Las manifestaciones que muchos temían que llevarían a batallas entre policías y manifestantes se volvieron a veces casi escenas de feria, con manifestantes vestidos de monjas en zancos y otros tocando tambores.

Hubo momentos de tensión e intercambios furiosos cuando anarquistas, antimusulmanes y pro capitalistas llenaron la céntrica Public Square, pero la mayoría de la gente pareció llevarse bien.

Policías estatales de Indiana jugaron ping pong con gente en la plaza, tres agentes patearon un balón de fútbol con un grupo de niños y el jefe de la policía se sumó a manifestantes una tarde e n un círculo de oración.

El jueves por la noche, la policía dijo que el total de arrestos desde el lunes fue de apenas 24, 17 de ellos a causa de una trifulca que estalló el miércoles cuando algunos manifestantes quemaron una bandera estadounidense. En los días previos a la convención, algunos funcionarios del orden temían que habría centenares de arrestos diarios.

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