Cuban President Raul Castro, right, lifts up the arm of President Barack Obama at the conclusion of their joint news conference at the Palace of the Revolution, Monday, March 21, 2016, in Havana, Cuba. (AP Photo/Ramon Espinosa)

Por Isaac Risco y Beatriz Juez

Agencia dpa

La Habana,

El nuevo encuentro entre Barack y Obama y Raúl Castro volvió a hacer historia. El presidente de Estados Unidos y su homólogo cubano se reunieron hoy por primera vez en La Habana para impulsar el deshielo entre ambos países, sin obviar, pese al tono conciliador, las profundas diferencias que los separan.

«Debemos poner en práctica el arte de la convivencia civilizada», pidió Castro al lado de Obama. La comparecencia era enormentemente simbólica no sólo por el lugar en el que se realizó, el Palacio de la Revolución habanero, sino también porque el veterano ex guerrillero cubano se sometió incluso a las preguntas incómodas de los periodistas; una práctica inusual, sino inédita, en los casi 10 años que lleva el menor de los Castro en el poder.

El mandatario no da nunca conferencias de prensa en La Habana. Al final de la presentación conjunta, Castro levantó el brazo de Obama en señal de confraternización, aunque el mandatario norteamericano pareció no estar muy cómodo con el gesto, quizá excesivo para muchos de sus compatriotas.

Obama, sin embargo, había elogiado antes el acercamiento anunciado por los países en diciembre de 2014, tras décadas de ruptura y rivalidad ideológica.

«Hace medio siglo, la imagen de un presidente de los Estados Unidos aquí en La Habana hubiera sido inimaginable, pero es es un nuevo día entre nuestros dos países», dijo Obama, el primer presidente estadounidense en viajar a Cuba en 88 años.

Al mismo tiempo, recalcó las diferencias aún existentes entre ambos países. «Estados Unidos cree en la democracia. Creemos que la libertad de expresión, la libertad de reunión y la libertad de culto no sólo son valores estadounidenses sino valores universales», señaló.

Castro no eludió tampoco abordar los temas más espinosos en las críticas que le hacen desde Estados Unidos. El hermano menor de Fidel Castro pidió el levantamiento del embargo y la devolución de la base naval de Guantánamo en el este de la isla, y rechazó indirectamente que en la isla haya prisioneros por motivos políticos.

«Dame la lista de presos políticos ahora mismo para soltarlos», respondió el mandatario a una pregunta al respecto. El mandatario aseguró que liberaría «esta noche» a los presos en caso de que le presenten una lista válida.

Tras las declaraciones, varias organizaciones de derechos humanos y cercanas al exilio cubano empezaron a hacer circular listas con nombres de presos. La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), el único grupo no gubernamental que recopila datos de este tipo dentro de la isla, cifra el número de presos políticos en 80. El Gobierno de Castro no reconoce a la CCDHRN, aunque tolera su existencia.

Obama fue recibido esta mañana con honores militares en el Palacio de la Revolución. Era la primera vez que veía a Castro desde que el estadounidense llegó a la isla el domingo para una visita de tres días. Raúl Castro saludó a Obama con un apretón de manos antes de empezar la reunión oficial.

Obama había depositado antes una ofrenda floral ante el héroe nacional cubano José Martí en la vecina Plaza de la Revolución, el lugar donde el histórico ex presidente Fidel Castro solía pronunciar multitudinarios discursos criticando al imperalismo estadounidense.

La visita de Obama en La Habana no prevé un encuentro con Fidel Castro, que vive desde hace años retirado del escenario público.

Decenas de curiosos se apostaron por la mañana en las calles cercanas a la Plaza de la Revolución para ver pasar a Obama y celebraron con gritos a la comitiva estadounidense. Algunos llevaban símbolos con los colores de la bandera de Estados Unidos o camisetas con la imagen icónica de Obama que se hizo popular en las elecciones norteamericanas de 2008 y la palabra «Change» («cambio»).

Por la tarde, Obama participó en un foro con decenas de «cuentapropistas», los pequeños emprendores que han ido surgiendo en Cuba gracias a las reformas de mercado de Raúl Castro. Varios compartieron sus inquietudes y expectativas con el presidente estadounidense. Con Obama estuvieron varios empresarios y mánagers de grandes compañías norteamericanas.

El mandatario cierra mañana martes su visita a Cuba, entre otros con un histórico discurso dirigido al pueblo cubano y asistiendo a un partido de béisbol entre un equipo estadounidense y la selección nacional de la isla.

Cuba y Estados Unidos estuvieron enfrentados durante más de medio siglo tras el triunfo de la revolución de 1959. Ambos países rompieron relaciones diplomáticas en 1961, en un punto álgido de la Guerra Fría entre los bloques capitalista y comunista.

Este es el tercer encuentro entre Castro y Obama desde el anuncio del deshielo. Ambos habían celebrado la primera reunión personal en décadas entre presidentes de ambos países en abril de 2015, durante la Cumbre de las Américas de Panamá. Y se volvieron a ver en septiembre del año pasado al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

Los Gobiernos de Washington y La Habana reanudaron relaciones diplomáticas en julio de 2015 después de 54 años. Ambos países han dado varios pasos de acercamiento en los últimos 15 meses después del anuncio del deshielo y tras más de cinco décadas de hostilidades.

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