FILE - In this Sunday Sept. 14, 2014 file photo an Airbus A320 flown by the Germanwings airline is photographed on the runway at Palma de Mallorca,Spain. On March 24, 2015,, a Germanwings Airbus A320 crashed on the way from Barcelona, Spain to Duesseldorf, Germany,in the French Alps, killing all 150 people on board. France's air accident investigation agency releases report into the March 2015 crash of a Germanwings jet on March 13, 2016 . ( AP Photo/Tommy Desmet,file) MANDATORY CREDIT

París,

Agencia dpa

Las autoridades francesas de seguridad aérea exigieron hoy que los pilotos que están de baja sean sometidos a exámenes médicos rutinarios, así como claras regulaciones del secreto profesional médico, para evitar sucesos como el accidente provocado de un avión de Germanwings hace un año, que dejó 150 víctimas.

Los exámenes también deben realizarse para detectar posibles «problemas psiquiátricos y psicológicos», señala el informe final de la Oficina de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil (BEA) sobre la catástrofe del avión, estrellado al parecer deliberadamente en los Alpes franceses por un copiloto.

El informe, presentado hoy en Le Bourget, no recomienda test psiquiátricos para todos los pilotos, pero sí llevar a cabo un seguimiento de todos lo que tengan un historial de enfermedad mental.

La BEA exige también que se obligue a los médicos a informar a las autoridades correspondientes en caso de que hayan llegado a la conclusión de que el estado de salud de un paciente supone un peligro para la seguridad pública. Actualmente, las normas relativas al secreto profesional médico difieren según los países.

La BEA dijo que ha trasladado sus recomendaciones a la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) y a los países miembros de la Unión Europea.

Los investigadores franceses están convencidos de que el copiloto alemán Andreas Lubitz, de 27 años, quien al parecer padecía depresiones, estrelló intencionalmente en los Alpes franceses el Airbus A320 de Germanwings que volaba el 24 de marzo de 2015 de Barcelona a la ciudad alemana de Düsseldorf. Las 150 personas que se encontraban a bordo, la mayoría españoles y alemanes, perecieron.

Antes del fatídico vuelo 4U9525, Lubitz no había informado a Germanwings que los médicos le habían dado de baja.

Según el informe de la BEA, un médico que trataba al copiloto había ordenado el ingreso de Lubitz en una clínica psiquiátrica después de haber diagnosticado el 10 de marzo de 2015, es decir, dos semanas antes de la caída del avión, una posible psicosis.

También una escuela de entrenamiento de pilotos de la alemana Lufthansa, la matriz de Germanwings, había señalado ser consciente de que Lubitz luchaba contra una depresión.

Pese a ello, el informe concluye que las autoridades de aviación o Germanwings no podían haber hecho nada para evitar la tragedia, porque no tenían información sobre la salud del copiloto.

«Ni las autoridades, ni la empresa habían sido informados por el copiloto o por otra persona, por ejemplo un médico, compañero o familiar», señala el informe.

Los investigadores encontraron evidencias que prueban que Lubitz estudió métodos de suicido y mecanismos de cierre de puertas de aviones la semana anterior al suceso.

Sin embargo, la BEA no hizo recomendaciones sobre posibles cambios en el sistema de cierre de puertas que separan la cabina del piloto del resto del avión. Lubitz pudo estrellar el avión tras quedarse solo y encerrarse en la cabina del piloto, que no puede abrirse desde fuera.

Las puertas están aseguradas ante el peligro de una amenaza terrorista, señaló sin embargo el director de la BEA, Rémi Jouty, en Le Bourget, cerca de París. Muchas aerolíneas ya han introducido una normativa que obliga a la presencia continua de una segunda persona en la cabina del piloto, que debe ser elegida con anterioridad en base a criterios de confianza, dijo Jouty.

La BEA informó el sábado a los familiares de las víctimas en Bonn y en Barcelona sobre sus conclusiones.

El abogado de las víctimas en Alemania, Christof Wellens, señaló hoy que el informe evidencia importantes carencias en la selección, empleo y supervisión del copiloto.

«El grupo Lufthansa empleó y formó a un copiloto con antecedentes de una enfermedad psíquica, un error con terribles consecuencias», criticó. Además cuestionó que pese a que tenía un permiso de vuelo limitado ya no era sometido a ninguna evaluación psiquiátrica.

La aerolínea Lufthansa reaccionó de forma escueta: «Para Lufthansa y las aerolíneas del grupo Lufthansa la prioridad absoluta fue y sigue siendo garantizar la mayor seguridad posible durante el vuelo», dijo un portavoz en Fráncfort. «La empresa seguirá cooperando estrechamente con las autoridades competentes y también apoyaremos una posible aplicación de medidas concretas».

En Barcelona, las familias de las víctimas españolas pidieron hoy cambios legales para mejorar el sistema de control de los pilotos, al considerar que el informe de la BEA acredita «que el sistema que hasta ahora estaba en funcionamiento ha fallado enormemente».

«Apelamos a las instituciones públicas que nos representan a hacer los cambios legislativos necesarios para salvaguardar nuestra seguridad», expresaron.

La función de la BEA es emitir recomendaciones de seguridad. En su investigación colaboró con las autoridades de aviación de Alemania, España, Reino Unido y Estados Unidos.

El resultado del informe no implica sin embargo responsabilidad penal. La Fiscalía francesa lleva a cabo una investigación separada.

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