Por JOSH BOAK,
WASHINGTON
Agencia AP

Las medidas del presidente Barack Obama en materia migratoria le harán bien a la economía de Estados Unidos, pero mejor sería una reforma más amplia consensuada con el Congreso, dicen los economistas.

La orden ejecutiva anunciada el jueves protegería de la deportación a unos cuatro millones de padres y tutores que carecen del mismo estatus legal que sus hijos. Al obtener permisos de trabajo, probablemente mejorarán sus sueldos, sus posibilidades de cambiar de empleo y elevarán los ingresos fiscales del gobierno, de acuerdo con diversos análisis.

«Esto se enfoca en la gente que ya está en la economía, que hace un aporte enorme pero que prácticamente opera desde las sombras», dijo Raúl Hinojosa Ojeda, profesor en la Universidad de California en Los Ángeles. «Su potencial económico está frenado».

La nueva orden podría elevar los ingresos laborales en 6.800 millones de dólares, lo cual ayudaría a crear 160.000 empleos y generar 2.500 millones de dólares en ingresos fiscales, de acuerdo con los cálculos de Hinojosa. Las cifras coinciden con las de investigaciones por separado que muestran que una amnistía en 1986 permitió elevar los ingresos para los trabajadores no autorizados en los años que siguieron.

Con todo, cualquier ganancia obtenida por la medida de Obama sería modesta dentro de la economía estadounidense, de 17 billones de dólares.

Funcionarios de la Casa Blanca calculan que la orden ejecutiva aumentará el producto interno bruto en menos del 0,1% anual durante las próximas décadas.

La Oficina de Asuntos Presupuestarios del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) y economistas independientes afirman que el crecimiento sería mucho mayor con una reforma amplia que duplicaría con creces el número de trabajadores en situación irregular que pudieran acceder al estatus legal, además de atraer a inmigrantes altamente capacitados que tienen mayores probabilidades de dirigir o crear empresas nuevas.

El Senado aprobó el año pasado un proyecto para corregir el sistema migratorio, pero la mayoría republicana de la Cámara de Representantes lo rechazó por preferir un enfoque más gradual. La CBO calcula que la reforma del Senado hubiera sumado un 0,33% anual al crecimiento del PIB.

La orden presidencial «no tiene el alcance de una reforma exhaustiva que tendría consecuencias más amplias en el panorama económico», dijo Joel Prakken, de la firma asesora Macroeconomic Advisers.

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