Por NICOLE WINFIELD,
ROMA
Agencia AP
El papa Francisco exigió el jueves una distribución más justa de la riqueza mundial para los pobres y hambrientos, diciendo a una conferencia sobre nutrición de Naciones Unidas que el acceso a la comida es un derecho humano básico que no debería estar sujeto a la especulación de los mercados ni a la búsqueda de beneficios.
«Pedimos dignidad, no caridad», dijo Francisco a la Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (FAO).
El pontífice pronunció su discurso un día después de que los más de 170 países presentes en la conferencia adoptasen unas nuevas directrices voluntarias para evitar la desnutrición, promover las dietas saludables y reducir la obesidad en todo el mundo.
En la actualidad, un tercio de la población mundial sufre deficiencias nutricionales del tipo de las causantes del 45% de todas las muertes infantiles en 2013, según los datos de la ONU. Al mismo tiempo, 42 millones de niños menores de cinco años tienen sobrepeso y unos 500 millones de adultos eran obesos en 2010.
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