BUCAREST
Agencia AP

El ministro del Exterior de Rumania renunció hoy, apenas una semana después de asumir el cargo, después de que decenas de ciudadanos en el extranjero fueran incapaces de votar en las elecciones presidenciales del fin de semana.

Teodor Melescanu dejó el cargo tras la segunda vuelta electoral. Su antecesor renunció la semana pasada después de que hubo problemas similares en la primera vuelta.

Durante los comicios, hubo imágenes de rumanos haciendo largas filas para votar por toda Europa. El enojo y los problemas contribuyeron a la sorpresiva victoria de Klaus Iohannis ante el primer ministro Victor Ponta.

Los rumanos ven las votaciones como un derecho ganado tras la caída del comunismo en 1989. Unos 3 millones de rumanos viven en el extranjero y el año pasado enviaron 3,6 millones de euros (4,6 millones de dólares) en apoyo a sus familias.

Ponta dijo que el gobierno está trabando en una ley que permita la votación por correo.

El martes, la canciller alemana Angela Merkel felicitó a Iohannis, quien tiene raíces alemanas, diciendo que el fin del comunismo hace 25 años trajo una «nueva calidad a nuestra relación».

La gente espera que el triunfo de Iohannis atraiga más empresas, inversiones y la atención de la economía más poderosa de Europa, además de que se mejore la imagen del país en el extranjero.

Ponta nominó al embajador rumano ante la Unión Europa, Mihnea Motoc, un experimentado diplomático, para reemplazar a Melescanu.

 

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