Por JACOBO G. GARCÍA y ALBERTO ARCE
MEXICO / Agencia AP
Familiares de los 43 estudiantes dijeron que las autoridades mexicanas les informaron hoy de la aparición de seis bolsas con restos humanos y cenizas cerca del lugar de donde fueron vistos por última vez el 26 de septiembre pasado, en el sureño estado de Guerrero.
«Nos dijeron que encontraron seis bolsas con cenizas y que se trata de una nueva línea de investigación», dijo a The Associated Press Manuel Martinez, tutor de dos de los desaparecidos después de una reunión celebrada con el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam en Chilpancingo, capital de ese estado.
Martínez dice que según las autoridades el hallazgo se produjo gracias a la confesión de dos delincuentes que condujeron a la policía y a peritos forenses hasta la ribera del río Cocula, ubicado a 22 kilómetros de la ciudad de Iguala.
Los familiares, que calificaron la reunión como «tensa», rechazan la información ofrecida por las autoridades y no aceptan ninguna identificación de los restos humanos hasta que un grupo de forenses argentinos, que colabora con la investigación, no confirme si se trata, o no, de sus hijos y confirme o niegue las versiones de las autoridades mexicanas.
Las autoridades han dicho que los estudiantes fueron atacados y retenidos por la policía municipal, que había sido enviada por el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, para interceptarlos pues creía que iban a interrumpir un discurso que ofrecía su esposa.
«Están jugando con nosotros contándonos pura pendejada. Nos dijeron que encontraron seis bolsas con cenizas y que era una de las líneas de investigación. Tratan de distraernos ante tanta ineptitud», señaló Martínez.
Los normalistas llegaron a Iguala a recaudar dinero en autobuses tomados por la fuerza, una táctica común que emplean para satisfacer sus necesidades de transporte. En el ataque policial seis personas murieron: tres estudiantes y tres transeúntes.
Los 43 estudiantes restantes fueron llevados a Cocula, transferidos a una volqueta y entregados a un grupo de narcotraficantes llamado Guerreros Unidos, escindido del cartel de Los Beltrán Leyva. En ese momento se les pierde la pista, según el fiscal Murillo Karam.
Los desaparecidos eran estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, localidad ubicada cerca de Iguala.
Muchos de los familiares de los estudiantes acamparon en la escuela inmediatamente después de las desapariciones. En las semanas en las que las autoridades han investigado el rastro de los estudiantes, han encontrado decenas de restos humanos en las montañas de Guerrero.
La semana pasada, peritos forenses hicieron una búsqueda al fondo de un barranco, bajo el vertedero municipal de la ciudad de Cocula, a 13 kilómetros de Iguala, donde encontraron restos humanos. Pero las autoridades no han dicho confirmado la cantidad de los restos hallados.
Dos días después, el presidente Enrique Peña Nieto se reunió con las familias en ciudad de México y creó una comisión para monitorear el caso y mantenerlos actualizados.
Pero las familias se han sentido frustradas por la incapacidad del gobierno para encontrar a sus hijos y porque han arribado a conclusiones antes de que las pruebas de ADN culminen.
En Octubre, cuando las autoridades encontraron los restos de 28 cuerpos calcinados en varias fosas comunes ubicadas cerca de Iguala, dijeron que los restos no correspondían a los de los estudiantes desaparecidos. Pero luego, cuando los padres dijeron que esperarían por los resultados de las pruebas de ADN, las autoridades cambiaron su versión y abrieron la posibilidad a que sean de los estudiantes.
La información del hallazgo de las seis bolsas con restos y cenizas tiene lugar dos días después de que decenas de miles de personas marcharan por la ciudad de México en protesta por la desaparición de los normalistas.
Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, fueron arrestados el martes en una humilde vivienda una barriada popular de ciudad de México donde se habían escondido, después de que huyeran de Iguala al hacerse públicos los hechos.