MADRID
Agencia AP
Javier Limón, todavía en aislamiento en el hospital Carlos III pero sin síntomas del virus, dijo al diario madrileño El País que ya ha comunicado a su esposa Teresa Romero el fallecimiento del perro, llamado Excalibur. Las autoridades ordenaron sacrificar el animal ante el temor de que estuviera infectado y pudiera transmitir el virus.
«Ella (Romero) se pregunta ahora que para qué mataron al perro, que no tenía culpa de nada», dijo Limón a El País a través de un cuestionario.
Romero dio negativo por ébola esta semana tras 15 días de batalla. La enfermera sigue hospitalizada en el Carlos III mientras se recupera de las secuelas de la enfermedad.
En Estados Unidos el perro de una de las enfermeras contagiadas de ébola en Dallas está en cuarentena y ha dado negativo al virus en un análisis.