Berlín
Agencia dpa

Los 11 seguidores del salafismo, una corriente islámica fundamentalista bastante propagada en Alemania, recorren las calles de Wuppertal por las noches vestidos con unos chalecos con la inscripción «policía Sharía» e instan a jóvenes musulmanes a no entrar en discotecas ni beber alcohol, consumir drogas o acudir a prostitutas.

«Nadie puede arrogarse el derecho de abusar del buen nombre de la policía alemana», sostuvo el ministro del Interior del país, Thomas de Maizière, en declaraciones al diario «Bild»: «No se puede tolerar la sharía en suelo alemán».

El presidente de la bancada de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller Angela Merkel, Volker Kauder, se pronunció a favor de proscribir a los autodenominados policías que intentan imponer la ley islámica.

«En Alemania rige la ley alemana y no la sharía», lo cita el dominical «Welt am Sonntag». «Nuestros policías y solo ellos velan por el orden público».

También el ministro alemán de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, fue claro: «Sólo el Estado es responsable por el cumplimiento del derecho y la ley y no una autodenominada ‘policía Sharía’ (…) No toleraremos una Justicia paralela ilegal», dijo a «Bild».

En Wuppertal fue abierto un expediente contra 11 hombres por violación de la ley de asociación. Los islamistas, de entre 19 y 33 años, no fueron detenidos pero les fueron confiscados los chalecos.

Un portavoz de la fiscalía de Wuppertal precisó que también se investiga si acaso cometieron actos de coerción al instar a jóvenes a no entrar en las discotecas o lugares de juego.

Los radicales distribuyeron folletos describiendo la «sórdida» zona de vida nocturna próxima a la estación central de ferrocarril de Wuppertal, que han puesto bajo su vigilancia.

Los jóvenes, con pobladas barbas, portan chalecos de color naranja fluorescente donde llevan impreso en la espalda en inglés «shariah police».

Wuppertal, una ciudad industrial de 340.000 habitantes ubicada en el oeste de Alemania, es considerada un baluarte de los salafistas, de acuerdo con el reciente informe de los servicios secretos internos de Alemania. El número de partidarios en esta región ha subido hasta los 1.800.

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