Newport (Reino Unido),
Agencia dpa

La alianza, encabezada por Estados Unidos y Reino Unido, incluye también a Alemania, Francia, Italia, Dinamarca, Polonia, Turquía y Canadá, así como Australia, que no es miembro de la OTAN.

«Estas naciones, que han mostrado esta disposición, han adoptado el acuerdo útil de mantenerse en contacto y discutir sobre las futuras medidas», afirmó la canciller de Alemania, Angela Merkel. Todos estos países decidieron dar un paso al frente sin que se les pidiera hacerlo, agregó.

Sin embargo, la formación de la alianza no significa que todos los países participantes vayan a actuar militarmente contra el EI en Irak, matizó el gobierno británico. Además, los países vecinos de Irak deberían sumarse a esta iniciativa, subrayó Downing Street.

«Francia asumirá su responsabilidad», dijo el presidente galo François Hollande en Newport tras el cierre de la cumbre. Al ser consultado sobre qué acciones se trata, respondió: «Ya estamos en discusiones». El objetivo es evitar el accionar de EI, indicó. Para ello debe tenerse en cuenta el derecho internacional, subrayó. El caso de Siria es diferente, ya que no es concebible una colaboración con el presidente Bashar al Assad, afirmó Hollande.

El secretario general saliente de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, saludó por su parte el compromiso de diferentes Estados miembro con los ataques aéreos estadounidenses contra posiciones de los yihadistas. Como alianza, la OTAN pondrá a disposición sus capacidades de entrenamiento para posibilitar el fortalecimiento del Ejército iraquí bajo un nuevo gobierno, señaló.

En las últimas semanas el Ejército estadounidense realizó 127 ataques a posiciones del EI en Irak, desde que comenzó su campaña contra los yihadistas el 8 de agosto pasado. Previamente, el EI conquistó considerables territorios en ese país y también en Siria.

El Pentágono subrayó, sin embargo, una y otra vez que los esfuerzos estadounidenses alcanzaban actualmente sólo para evitar un mayor avance de los terroristas sunitas. Para vencerlos, se requiere una alianza mayor, consideró.

El secretario de Estado John Kerry y el premier británico David Cameron volvieron a descartar el envío de tropas terrestres para combatir al EI. Esto representa para Estados Unidos una «línea roja» que no debe ser atravesada. Los iraquíes deben recibir apoyo militar y debe frenarse a combatientes del EI que llegan del extranjero, por ejemplo de Estados Unidos y Europa. Las fuentes financieras de los extremistas deben ser drenadas, dijeron Kerry y el jefe del Pentágono Chuck Hagel.

Mientras tanto, las unidades kurdas del norte de Irak continúan avanzando hacia Mosul, la segunda ciudad del país y actualmente controlada por los extremistas. Con la ayuda de ataques aéreos estadounidenses, los combatientes peshmerga reconquistaron cinco pueblos situados a unos 25 kilómetros al este de Mosul, informó la web de noticias «Shafaaq News». Según la publicación, las localidades se sitúan en una ubicación estratégica. Decenas de combatientes del EI y también dos peshmerga murieron.

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