POR MANUEL RODRÍGUEZ
mrodriguez@lahora.com.gt

En sus inicios, las redes sociales virtuales nacieron para facilitar la comunicación entre las personas. En la actualidad también son incuestionables las posibilidades y ventajas que ofrece el uso de internet y páginas como Facebook, Twitter o Instagram, en todos los ámbitos.

_Repo6_2Sin embargo, a criterio de expertos, no se deben ignorar los peligros y riesgos que puede conllevar el hacer un mal uso de las mismas, sobre todo en sectores de la población especialmente influenciables o vulnerables como los niños y adolescentes.

Hoy en día el uso de internet por parte de adolescentes suele centrarse principalmente en establecer contactos y vínculos con grupos iguales, superando la distancia física, permitiéndoles expresarse sobre determinadas situaciones o temas a veces difíciles de tratar en relaciones directas o con sus progenitores.

Asimismo, las redes sociales virtuales son vistas como herramientas para superar estados de aburrimiento o monotonía, al encontrar información que les resulta estimulante. No obstante, facilita también el acceso a contenidos no contrastados, poco fiables o falsos.

Esto hace que bandas del crimen organizado creen identidades falsas en la red, con el fin de buscar potenciales víctimas para fines de trata y explotación sexual, quienes bajo engaños y a veces con la promesa de convertirlas en edecanes para ganar dinero, brindan fotografías en posiciones provocativas por la vía electrónica.

Del otro lado, están los usuarios con la facilidad de acceso a estas páginas con contenido sexual, pornográfico, violento o a textos y relatos que pueden incitar actitudes racistas o sexistas, aprovechando el anonimato que garantiza el uso de internet.

RELATO DE UNA VÍCTIMA
Claudia –nombre alterado por cuestiones de confidencialidad–, de 17 años, relata que hace algunos meses, un día salió de su casa y se topó con miradas acusadoras en la calle: “Me veían con desprecio. No comprendía la razón hasta que me enteré de que alguien había mandado a los celulares de mis amigos, fotos donde supuestamente aparezco desnuda”.

La joven asegura haber identificado al responsable de haber enviado el contenido que podría ser considerado como pornográfico, aunque aclaró que se trata de un montaje de fotografías. Aun así, explica que eso no la ha librado de los insultos, insinuaciones ofensivas y acoso por parte de compañeros y de colegio y vecinos, porque “alguien fabricó ese montaje y la gente lo cree real”.

No obstante, admite que en un par de ocasiones “subió” a su cuenta de Facebook, fotografías donde portaba bikini. Asimismo, Claudia comparte que a pesar del deterioro en sus relaciones humanas y sociales, no ha acudido a las autoridades para denunciar al supuesto agresor, por vergüenza.

“LUCRAN CON SU INOCENCIA”
Según la Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (SVET), se han identificado doce perfiles de la red social Facebook que pudieran estar utilizando fotos de menores de edad para promover pornografía infantil y que podrían incluso, estar involucradas en la captación de niñas y adolescentes para fines de trata de personas.

Esto a raíz de la denuncia presentada ante el Ministerio Público contra la fanpage “Gente Linda de Chiquimula”, donde se podía observar fotos de mujeres y niñas en ropa interior o en situaciones sugestivas y que eran comentadas, la mayoría por hombres, con palabras soeces y denigrantes.

La SVET también ha identificado los departamentos más vulnerables a este tipo de situaciones: Guatemala en primer lugar, le siguen las Verapaces, Sacatepéquez, Sololá, Chiquimula, Retalhuleu y Jutiapa.

“El problema es que existe facilidad para crear un perfil falso, donde supuestamente se admira la belleza de las mujeres, cuando en realidad son utilizados para lucrar con su inocencia”, expresa la titular de la SVET, Zulma Zubillaga.

En relación al tema, la funcionaria informó que por el delito de violencia sexual, la entidad ha remitido en el presente año, 600 notificaciones por menores de 14 años embarazadas y alrededor de 100 denuncias por trata de personas, también al MP.

Según la misma fuente, el año pasado se registraron 777 denuncias, cifra similar a la de este año, con un promedio de 2 denuncias diarias.

“Las menores de 11 años son las más vulnerables a sostener relaciones por internet con adultos y muchos de estos casos culminan en la muerte de las niñas”, puntualiza Zubillaga.

SIN CONCIENCIA
La trata está tipificada como un delito que se refiere al comercio ilegal de personas con propósitos de explotación sexual, laboral, adopciones ilegales, extracción de órganos, entre otros, donde las principales víctimas son mujeres, niñas, niños y adolescentes.

Según Sandra Gularte, encargada de la Unidad de Prevención de Trata de Personas de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), bandas criminales utilizan actualmente nuevos mecanismos para enganchar a niñas y jóvenes para fines de trata y explotación sexual, a través de las redes sociales, cuando antes la estrategia de captación era a través de engaños y ofertas de trabajo fácil.

“Esto se debe a que en Guatemala existe un alto índice en la falta de oportunidades de desarrollo y una necesidad por parte de los jóvenes de ser aceptados socialmente, haciendo que los tratantes se acerquen con mayor facilidad a sus víctimas”, agrega Gularte.

La entrevistada critica la debilidad del sistema de justicia para castigar a quienes incurren en el delito de trata e informa que en lo que va del año, la PDH ha remitido 800 denuncias al Ministerio Público que involucran a mil 323 víctimas. No obstante, aseguró, solo se han emitido 35 sentencias condenatorias por estos crímenes.

La delegada de la PDH refiere que el principal problema de las páginas que promueven pornografía infantil, no solamente es quien distribuye o capta el material sino “los seguidores” que avalan y aprueban estas actitudes.

“Es increíble la cantidad de likes que tienen estas páginas y los comentarios donde se nota cómo se aprueba que una niña exhiba su cuerpo de esa manera. La situación es grave, permitida por un sistema patriarcal donde el uso del cuerpo de la mujer es visto como natural para la venta y explotación sexual”, expresa.

Gularte indica que otro inconveniente es que muchas niñas y jóvenes no magnifican para qué pueden ser utilizadas las fotografías cuando las “suben” a Facebook o Twitter, e incluso algunas jóvenes lo hacen de forma consciente.

Finalmente, la funcionaria hace un llamado a los padres de familia a supervisar a sus hijos en el uso de las redes sociales y aplicaciones web, para conocer el tipo de información que reciben, mientras las autoridades determinan qué tipo de legislación se puede aplicar para detener esta modalidad de captación para fines de trata, que vulnera la dignidad del grupo etario.

“Mientras los niños y jóvenes tengan mayor acceso a la tecnología, la vulneración a sus derechos humanos es mayor. Pedimos a las autoridades crear una norma jurídica contra los delitos cibernéticos que sancione la pornografía y la trata, de manera científica y tecnológica”, culmina.

INFLUENCIA NEGATIVA
A decir de expertos en psicología, la sociedad guatemalteca no se ha dado cuenta de los riesgos de difundir información en sitios de internet y por tanto sugieren a los padres de familia y maestros que aborden el tema de la sexualidad, el noviazgo y las consecuencias de la pornografía en la web.

La psicóloga forense Aída Castroconde asevera que quienes filman y distribuyen este material en las redes virtuales son sociópatas; es decir, que carecen de sentido de responsabilidad, son egocéntricos y no les importa hacer daño a alguien. “Por ello los jóvenes deben fijarse bien con quién se relacionan”, enfatiza.

En tanto, para Marco Antonio Garavito, director de la Liga Guatemalteca de Higiene Mental, el problema es un asunto de salud pública que coloca a niños y adolescentes en una situación de vulnerabilidad ante la violencia sexual, la humillación y la facilitación para la trata con fines de comercio sexual.

Garavito añade que la educación integral en sexualidad es un derecho inherente a los seres humanos, por lo que es fundamental aprender a ejercerla de manera responsable. Además, destaca que los adolescentes sienten curiosidad por lo que desconocen; y mientras más herramientas tengan, conocimiento y empoderamiento sobre la temática, será más difícil que se expongan a riesgos y situaciones de vulnerabilidad.

“No hemos llegado a comprender el potencial positivo que las redes sociales tienen para la educación formal y por eso muchas veces sirven solo para evacuar situaciones personales y sentimientos. Esto es el reflejo de una sociedad en donde la necesidad de contacto social se ha sustituido con los vínculos virtuales”, subraya.

Igualmente, para Leonel Dubón, de la Asociación El Refugio de la Niñez, el proyecto que pretende implementar el MP con un centro de monitoreo, debe acompañarse de una legislación adecuada que logre condenas rígidas contra quienes abusan de la ingenuidad y necesidad de pertenencia o identidad de las víctimas.

Actualmente el decreto 9-2009, Ley contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas, tipifica en Guatemala, conductas de violencia sexual como el proxenetismo y la producción y distribución de pornografía infantil. También crea acciones penales que complementan la ley de adopciones y contra la delincuencia organizada. Sin embargo, no tipifica el delito cibernético como tal.

En este tema, cabe mencionar que la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, admitió hace unos meses que tiene una oficina ubicada en el nivel 13 del edificio del Instituto Guatemalteco de Turismo, INGUAT, desde la cual monitorean “la opinión pública en redes sociales”.

En este lugar, desde 2012, trabajan aproximadamente 14 personas por un salario de Q7 mil quetzales, encargados de monitorear la actividad de usuarios en internet y ubicar la dirección de protocolo de internet (también conocida por sus siglas en inglés como IP), de los mismos.

De igual forma, según la Procuraduría General de la Nación, en lo que va del presente año, han sido planteadas ocho querellas “por el tema de abusos en las redes sociales”, debido a que son mal utilizadas por ciertos usuarios, que han hecho de menores de edad su blanco de “bullying” y pornografía.

Mientras la Comisión Presidencial de Transparencia y Gobierno Electrónico tiene previsto presentar en breve ante el Congreso una iniciativa de ley que sancione el delito cibernético. La propuesta contemplaría una pena de dos a tres años de cárcel y una multa de Q2 mil a Q5 mil por el mal uso de redes sociales.

“Los tratantes identifican quienes colocan fotografías, posteriormente las roban y hacen montajes… no necesariamente los niños y jóvenes están consintiendo el uso de sus fotos”, detalla Dubón.

Garavito recomienda: “En el plano jurídico falta impulsar políticas públicas orientadas al combate de este flagelo y que los jueces tengan los instrumentos eficientes y aplicables para castigar a los que cometen este delito. Por último, invertir recursos en mecanismos para atender a las víctimas de este ilícito y reintegrarlas a la sociedad”.


“PERFILES NO PUEDEN SER MONITOREADOS”

La Hora consultó sobre esta situación a Alex Colop, fiscal Contra la Trata de Personas, quien respondió que ya se está dando seguimiento a las denuncias planteadas por diferentes instituciones en contra de varios sitios de internet por promover pornografía infantil.

Sin embargo, aceptó que no hay una sala de monitoreo que tenga una relación directa con Facebook porque “no hay una policía investigativa de delito cibernético”.

Según el funcionario del MP, la dependencia no cuenta con el equipo específico para brindar el correcto seguimiento a las páginas de Facebook denunciadas. Y la reaparición de la fanpage “Gente Linda de Chiquimula”, denunciada el pasado 18 de agosto, por promoción de pornografía infantil, precisamente constata el poco control que hay detrás de estos sitios.

A decir de Colop, para darle seguimiento a los perfiles habría que solicitar autorizaciones que al final terminan “en un sinfín de trámites”. “Pero eso no implica que con los recursos que se tengan no se pueda seguir investigando”, agrega.

En tanto en la nueva fanpage “Gente Linda de Chiquimula” se retiraron las fotografías que podrían denotar algún acto no permitido, aunque se siguen publicando estados donde solicitan fotografías e imágenes de jóvenes en posiciones sugerentes.

Según la misma fuente, las averiguaciones han resultado en la captura de personas sindicadas de enviar fotografías de niñas y mujeres en posiciones provocativas a personas en Estados unidos vía correo electrónico; y se tienen en la mira cuatro páginas más de este tipo.

Asimismo, Colop indica que existe la necesidad de un sistema tecnológico capaz de identificar a quienes manejan y administran estas redes y perseguirlos penalmente.

Es por ello que el gobierno de Estados Unidos manifestó hace unas semanas su apoyo para la creación de un centro de monitoreo en Guatemala, con una inversión de Q400 mil aproximadamente y que incluye la capacitación de fiscales y auxiliares del MP, para el conocimiento en redes sociales y la recopilación de información.

“El proyecto ya va avanzando y nosotros ya no tendríamos que esperar a que nos avisen sobre la existencia de cierta página de internet que envía material pornográfico, sino que desde Guatemala podríamos detectar cuándo se está empezando a manejar este material en las redes sociales de EE.UU.”.

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