Por DANIEL ESTRIN,
MEROM GOLAN,
Agencia AP

El ingreso al Golán del Frente Nusra, como se conoce la rama de Al-Qaeda en Siria, se produce apenas dos semanas después que Israel puso fin a una guerra de 50 días contra Hamas en la Franja de Gaza y da a la nación otro motivo de preocupación.

Los israelíes en el Golán se han acostumbrado a oír el sonido de distantes batallas entre fuerzas rivales en Siria.

Pero la semana pasada, cuando grupos armados sirios —entre ellos el Frente Nusra, combatientes del Ejército Libre Sirio y otros— capturaron el cruce fronterizo de Quneitra ha creado una situación sin precedentes que ha llevado a los extremistas a apenas unos metros de posiciones israelíes.

El gobierno sirio «no es nuestro favorito», dijo Gabi Kuniel, un israelí que atiende viñedos dañados recientemente por proyectiles de mortero cuando la violencia se extendió al lado israelí de los Altos del Golán.

Pero «preferimos que el ejército sirio controle la región y no un grupo de musulmanes radicales de Al-Qaeda», dijo ayer, sentado detrás de una estructura de concreto cerca de sus campos para mantenerse fuera de la línea de fuego.

Mientras hablaba, el rugir de ametralladoras pesadas podía escucharse en la distancia. Previamente, una columna de humo se alzó del lado sirio de la cerca fronteriza.

En los últimos tres años, los israelíes en el Golán han tenido un vista cercana, pero relativamente segura, de la guerra civil en Siria, con el gobierno de Damasco batallando los intentos rebeldes de tomar control del área.

Pero ahora, el Frente Nusra y otros rebeldes sirios se desplazan en camiones con camuflaje o a pie con fusiles colgados de los hombros, en algunos casos a apenas 50 metros de puestos militares y campos israelíes. Algunos israelíes están convencidos que es cuestión de tiempo antes que los extremistas les pongan en la mira.

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