Managua,
Agencia dpa
«Se libró la lucha hasta que fue imposible, porque venían derrumbes tras derrumbes, y una y otra vez se caían toda la madera, toda la red que ellos iban creando para poder entrar. Se derrumbaba y había que volver a empezar a poner las tablas», dijo la vocera oficial, Rosario Murillo, al confirmar el cese de la búsqueda.
La avalancha en la mina El Comal, un sitio en abandono desde hace 40 años, ocurrió el pasado jueves y sepultó a 27 campesinos buscadores de oro. El fin de semana los rescatistas lograron salvar a un grupo de 20, pero siete quedaron soterrados.
Esta madrugada (local), Murillo anunció que es «imposible» continuar buscando a los desaparecidos y pidió buscar «consuelo y resignación» a sus familiares, que aguardaban fuera de la mina.
El lunes los equipos de rescate habían mostrado esperanzas de hallar a los desaparecidos, después de encontrar una linterna, un mazo y un cincel que aparentemente pertenecían al grupo.
«Se siguió librando la batalla hasta el último momento, hasta que los expertos y guías del grupo de mineros artesanales reconocieron que era imposible seguir realizando incursiones en la mina», explicó Murillo.
“Ahí nos dijeron varios compañeros que era arriesgar la vida de mucha más gente (…) hay un momento en que ya no se puede continuar, ellos lo plantearon, lo expusieron, entre todos se tomó la decisión y se comunicó a las familias”, agregó la portavoz.
Reiteró que los equipos de rescate, conformados por bomberos, policías, efectivos de la Defensa Civil y mineros artesanales de la zona, se enfrentaron a condiciones extremas de calor e inseguridad.
Murillo, esposa del presidente Daniel Ortega, aconsejó a las familias y vecinos de los mineros que quedaron soterrados aceptar los hechos «con la tranquilidad del buen cristiano que sabe que en este plano somos cuerpo, y somos alma en el otro plano y ahí somos eternos».
En declaraciones a radios locales, «güiriseros» de la zona y familiares de los fallecidos pidieron al gobierno clausurar de forma definitiva la mina El Comal, para evitar nuevos accidentes.