París,
Agencia dpa
En concreto se trata de su actuación en el millonario pago de una indemnización al empresario Bernard Tapie. Hasta ahora Lagarde había sido citada como testigo y ayer fue interrogada por cuarta vez por la Corte de Justicia de la República, que investiga y castiga el comportamiento inadecuado de los ministros en el ejercicio de sus funciones.
A la salida se anunció que sería acusada, pero Lagarde, que defiende su inocencia, asegura que no dimitirá a su puesto al frente del FMI. Ni el abogado de la funcionaria ni la fiscalía quisieron hacer hoy comentarios al respecto.
Tapie recibió del Estado en 2008 una indemnización de 400 millones de euros para cerrar una larga disputa legal por la venta de la compañía deportiva Adidas. Los investigadores analizan si el pago, que fue decidido por un panel de arbitraje, tuvo motivaciones políticas, porque Tapie había apoyado al entonces presidente Nicolas Sarkozy en la campaña electoral.
Los críticos alegan que Tapie habría recibido mucho menos dinero de haber llegado el caso a los tribunales, lo que levantó la sospecha de un pacto político para beneficiar al empresario.
Cinco personas, inclusive Tapie y el ex jefe de gabinete de Lagarde en el Ministerio de Finanzas, el actual presidente de France Telecom Stephane Richard, han sido acusados ya en el caso.
El papel de la directora gerente está siendo investigado por separado por el tribunal, que hasta ahora sólo la consideraba una testigo clave del caso.
Una persona es imputada en Francia cuando el juez instructor considera que hay «evidencia seria y constatada» de que actuó de forma indebida. Al final de la investigación la persona es llevada a juicio o los cargos se retiran.
Hasta el momento el FMI ha apoyado a Lagarde, que sucedió en el cargo en 2011 al también francés Dominique Strauss-Kahn, quien renunció al verse acusado de presuntos abusos sexuales por parte de una mujer.