Por JIM KUHNHENN,
CHARLOTTE,
Agencia AP

Obama declaró que la nación le debe a los excombatientes por sus servicios y reconoció que los lentos tiempos de espera y ocultar las fallas en el servicio médico para los veteranos era «indignante e inexcusable».

Prometió «una nueva cultura de responsabilidad», con el nuevo secretario de asuntos para excombatientes, Bob McDonald. «Bob no anda con juegos», señaló el mandatario.

A comienzos de agosto el presidente promulgó una ley de 16 mil 300 millones de dólares que busca agilizar los servicios de salud para los veteranos.

La ley fue producto de un inusual acuerdo bipartidista en el Senado y la Cámara de Representantes y siguió a reportes de veteranos que murieron esperando una cita médica y la revelación de que hubo empleados que ocultaron los meses de espera para asignar citas. En algunos casos, los empleados recibieron bonos basados en documentos falsificados.

El discurso de Obama también tuvo tintes políticos en Carolina del Norte, un estado donde la senadora demócrata Kay Hagan enfrenta una difícil reelección y ha buscado distanciarse de las políticas de Obama.

Pero Hagan y el senador estatal republicano Richard Burr estuvieron en la Base de la Guardia Nacional Aérea para saludar a Obama. Ella le dio una cálida bienvenida y él le dio un beso en la mejilla.

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