Por MIKE STOBBE
NUEVA YORK / Agencia

La unidad especializada en el Hospital de la Universidad de Emory fue abierta hace 12 años para atender a empleados federales de salud que han quedado expuestos a algunos de los gérmenes más peligrosos del mundo.

Ahora prestará servicio a dos estadounidenses enfermos de gravedad que trabajaban en un hospital en Liberia, uno de los tres países del occidente africano que se ha visto más afectado por el mayor brote de ébola en la historia.

Uno de los estadounidenses estaba por llegar el sábado y el segundo arribará pocos días después para someterse a tratamiento. Los dos viajan en aviones privados con una carpa especial, portátil, diseñada para pacientes con enfermedades altamente infecciosas.

Es la primera vez que alguien infectado con ébola es llevado a Estados Unidos. Las autoridades confían en que pueden ser tratados sin poner a la gente en peligro.

La unidad hospitalaria Emory se ubica cerca de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Es una de cuatro unidades en su tipo en todo el país para hacer pruebas y atender a personas infectadas con gérmenes infecciosos.

La unidad tiene su propio equipo de laboratorio, por lo que las muestras no se envían al laboratorio principal del hospital. Está ubicada en la planta baja, cuidadosamente separada de otras áreas, dijo Eileen Farnon, doctora de la Universidad de Temple, quien antes trabajaba en los CDC y encabezó equipos que investigaron anteriores brotes de ébola en África.

Los dos estadounidenses, el doctor Kent Brantly y Nancy Writebol, trabajaban para el grupo estadounidense de misioneros Samaritan’s Purse en el hospital de Liberia que atiende a pacientes con ébola. La semana pasada, la organización informó que Brantly, de 33 años, fue diagnosticado con la enfermedad. Luego se dio a conocer que Writebol también la tenía.

El gobierno está trabajando para asegurar que las evacuaciones relacionadas con ébola «son llevadas a cabo de forma segura y protegiendo al paciente y al público estadunidense», dijo la portavoz del Departamento de Estado Marie Harf el viernes en un comunicado.

El ébola es considerada una de enfermedades más letales del mundo. El actual brote en Liberia, Guinea y Sierra Leona ha enfermado a mil 300 personas y matado a más de 700 este año.

El virus se contagia por tener contacto directo con sangre, orina, saliva y otros fluidos corporales de los enfermos. No se transmite por vía aérea como la gripe. Hasta el momento no un tratamiento específico.


EN RESUMEN

He aquí algunos aspectos básicos sobre el ébola y su propagación:

1. EL BROTE DE EBOLA EN ÁFRICA OCCIDENTAL ES AHORA EL MAYOR DE LA HISTORIA. El brote actual en Liberia, Guinea y Sierra Leona ha enfermado a más de 1.300 personas y ha matado a más de 700 este año.

2. SIN EMBARGO ALGUNOS ENFERMOS HAN SOBREVIVIDO. Aunque la tasa de mortalidad de ébola puede llegar al 90%, las autoridades de la salud en las tres naciones dicen que algunos se han recuperado y que la tasa actual es de un 70%. Los que mejor resultado obtuvieron fueron quienes buscaron atención médica inmediata y recibieron tratamiento para prevenir la deshidratación, aunque no hay un tratamiento específico para el ébola.

3. EL ÉBOLA PUEDE PARECERSE A MUCHAS OTRAS ENFERMEDADES. Los primeros síntomas de una infección del ébola incluyen fiebre, jaquecas, dolores musculares e irritación de garganta, según la Organización Mundial de la Salud. Puede ser difícil distinguirlos de los síntomas de la malaria, la fiebre tifoidea o el cólera. Solo en etapas posteriores los enfermos padecen hemorragias internas y externas, por la nariz y oídos.

4. EL ÉBOLA SOLO SE PROPAGA MEDIANTE FLUIDOS CORPORALES. El virus del ébola no se transmite por el aire sino por contacto con los fluidos corporales de una persona infectada: sangre, sudor, vómitos, heces, orina, saliva o semen. Por eso es muy improbable el contagio por medio de un contacto casual en un lugar público.

5. EL TEMOR Y LA DESINFORMACIÓN AGRAVAN LA SITUACIÓN. En cada uno de los países afectados, los trabajadores de la salud y las clínicas han sido atacados por residentes presas de pánico que erróneamente acusan a los médicos y enfermeros extranjeros por llevar el virus a comunidades remotas. Algunos familiares han retirado a pacientes de ébola de los hospitales, incluso una mujer en la capital de Sierra Leona que después murió. La policía tuvo que apelar a los gases lacrimógenos para dispersar un grupo de personas que atacó un hospital en el país.

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