Por ERIC TALMADGE
PYONGYANG
Agencia AP

En su primera aparición desde que fueron detenidos hace más de tres meses, Matthew Todd Miller y Jeffrey Edward Fowle dijeron a un equipo local de AP Television News que estaban en buen estado de salud y que los estaban tratando bien. Agregaron que se les permite tomar caminatas diarias. La reunión fue breve, bajo la condición de que no se divulgara su ubicación específica.

Fowle dijo temer que su situación empeore mucho más una vez que sea llevado a juicio.

«El horizonte para mí es muy oscuro», dijo. «No sé cuál sería el peor de los casos, pero necesito ayuda para liberarme de esta situación. Pido ayuda al gobierno en ese aspecto».

No era claro si hablaban por su propia voluntad o si fueron coaccionados al hacer sus declaraciones. Al equipo de televisión se le permitió hacerles preguntas.

El gobierno de Corea del Norte acusa a los hombres de haber cometido actos hostiles que violaron su estatus de turistas. Las autoridades se preparan para llevarlos ante un tribunal, pero aún no ha especificado qué fue lo que hicieron que fue considerado hostil o ilegal, o qué tipo de castigo podrían enfrentar. No se ha anunciado fecha del juicio.

Fowle llegó al país el 29 de abril. Es sospechoso de dejar una Biblia en un club nocturno en la ciudad portuaria de Chongjin, pero un portavoz de la familia de Fowle dijo que el hombre de 56 años no realizaba una misión para su iglesia. Fowle trabaja en un departamento de calles de la ciudad. Tiene esposa y tres hijos, de 9, 10, y 12 años.

«La ventana se está cerrando sobre ese proceso. Estará llegando relativamente pronto, tal vez dentro de un mes», dijo Fowle sobre su juicio. «Estoy ansioso por llegar a casa, estoy seguro que todos lo estamos».

Fowle también dijo que había escrito una carta que resume su experiencia en Corea del Norte.

Se sabe menos sobre Miller o el delito específico que presuntamente cometió.

Los medios estatales norcoreanos han dicho que el hombre de 24 años entró en el país el 10 de abril con visa de turista, pero que la rompió en el aeropuerto y gritó que quería solicitar asilo.

Muchos turistas occidentales visitaron Pyongyang en abril para correr en el maratón anual de Pyongyang o para asistir a eventos relacionados. Miller llegó en ese momento, pero los operadores turísticos dicen que no tenía la intención de unirse al maratón.

Artículo anteriorAgua: De servicio básico a un lujo
Artículo siguienteCorte de Uganda invalida ley contra gays