Por JONA KALLGREN y LUCIEN KIM,
JARKOV, Agencia AP

El primer ministro holandés Mark Rutte dijo que su país estaba dispuesto a enviar 40 policías militares sin armas al este de Ucrania, controlado por rebeldes prorrusos, para ayudar a los investigadores, mientras el primer ministro australiano Tony Abbott dijo que su gobierno está próximo a convenir un acuerdo para enviar policías. Australia tiene 90 policías federales en Europa.

El Vuelo 17 se precipitó a tierra el 17 de julio en trayecto de Amsterdam a Kuala Lumpur y murieron todas las 298 personas a bordo. Funcionarios estadounidenses y ucranianos dijeron que fue derribado, probablemente por error por un proyectil lanzado desde territorio rebelde en el este de Ucrania, donde separatistas rusos combaten a las fuerzas del gobierno central ucraniano.

De los muertos, 194 eran ciudadanos holandeses y 37 ciudadanos o residentes australianos. Los gobiernos de ambos países han manifestado su decisión de que los cadáveres sean enviados a sus destinos respectivos y que el incidente sea investigado. Las preocupaciones internacionales y la interferencia de los rebeldes han demorado la extracción de los cuerpos y han limitado el acceso de los investigadores al lugar, más de una semana después del incidente.

«Esta será una misión humanitaria encabezada por la policía», dijo la canciller australiana Julie Bishop en Jarkov, donde más de los restos de las víctimas fueron despachados el viernes rumbo a Holanda para su identificación.

Bishop habló a los tripulantes de dos aviones, un C-17 australiano y un C-130 holandés, que llevaron otros 74 féretros desde Jarkov, en el este de Ucrania controlado por el gobierno, a Eindhoven en Holanda.

Mientras tanto continuaba el conflicto entre el gobierno central ucraniano y los rebeldes prorrusos. El ejército ucraniano dijo que durante la noche cayó fuego de artillería desde la parte rusa de la frontera y que fue blanco de siete ataques por parte de los rebeldes en varios puntos en el este del país.

El jueves por la noche, los soldados ucranianos entraron en la ciudad de Lisichansk, que estuvo en control de los rebeldes durante varios meses, dijo la oficina de prensa de los militares. Los rebeldes admitieron el viernes por la mañana en comentarios difundidos por Interfax que tuvieron que huir de la ciudad, a 70 kilómetros (45 millas) al noroeste de la capital regional Luhansk.

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