Marte
Científicos visitan la región australiana de Pilbara para investigar los "estromatolitos", las formas de vida fosilizadas más antiguas confirmadas en la Tierra. Foto: NASA / Mike Toillion / Europa Press.

La NASA y la ESA han participado en una expedición en Australia para visitar algunas de las pruebas convincentes más antiguas de vida en la Tierra y ponerlas en relación con su búsqueda en Marte.

Pilbara, en el interior de Australia Occidental, es uno de los pocos lugares del mundo que posee un registro geológico antiguo de nuestro antiguo planeta. Mientras la comunidad internacional continúa trabajando para estudiar Marte y prepararse para llevar muestras a la Tierra, estos equipos exploraron lo que nuestro propio patio trasero puede enseñarnos sobre la búsqueda de vida en otros lugares.

«Lo que estamos viendo aquí en Australia Occidental se conocen como estromatolitos«, dijo en un comunicado Mitch Schulte, científico del programa del Mars Perseverance Rover en la sede de la NASA. «Son fósiles causados por capas de microorganismos que vivieron hace unos 3.500 millones de años y cuya presencia fue capturada y preservada en el registro de rocas durante todo este tiempo«.

Debido a los procesos geológicos que continuamente remodelan y reciclan la superficie de la Tierra, es extremadamente difícil que los estromatolitos u otros fósiles se conserven en la Tierra durante largos períodos de tiempo, por lo que sólo una fracción de la vida pasada permanece en el registro geológico.

En la región de Pilbara, el registro de rocas pudo permanecer intacto durante miles de millones de años, lo que dio como resultado afloramientos de geología que coinciden con la misma edad que vemos en gran parte de la superficie de Marte. Esto hace que la ubicación sea un campo de pruebas crítico para que científicos e ingenieros perfeccionen sus habilidades para identificar signos de vida en ambientes antiguos.

La delegación, que incluyó científicos del CSIRO, la agencia australiana de investigación, pasó la expedición de una semana a Pilbara considerando las dificultades de localizar evidencia fósil y cómo nuestras misiones están utilizando técnicas, incluida la realización de mediciones contextuales detalladas, para superar tales desafíos. Las discusiones se centraron en lo difícil que es encontrar y confirmar signos de vida pasada en rocas antiguas, incluso en un planeta como la Tierra, donde se sabe que la vida se ha afianzado.

Un tema central del taller de campo fue la importancia del contexto geológico al elegir los sitios de muestreo y, finalmente, confirmar la integridad del origen biológico de una muestra. Pilbara es el aula perfecta para que los equipos estudien estromatolitos que han resistido la prueba del tiempo y el rigor científico y comprendan lo que podrían estar buscando en Marte. El grupo investigó cómo el entorno en el que se encontraron estos signos de vida antigua podría haber sido propicio o desfavorable para que la biología tomara forma.

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