El telescopio James Webb, el más potente construido hasta la fecha, ha permitido identificar la galaxia GS-9209. Foto La Hora. Telescopio Webb

 

El telescopio James Webb, el más potente construido hasta la fecha, ha permitido identificar la galaxia GS-9209, un conjunto de numerosas estrellas ubicada a 25 millones de años luz de distancia de la Tierra y formada unos 600-800 millones de años después del Big Bang.

Esta galaxia, identificada por científicos liderados por astrónomos de la Universidad de Edimburgo, es la galaxia del tipo inmóvil –que no genera nuevas estrellas– más antigua hallada hasta la fecha.

«El Telescopio Espacial James Webb ha demostrado ya que las galaxias existían mucho antes de lo que se creía, en los primeros mil millones de años de la historia cósmica», ha destacado el director de la investigación, Adam Carnall.

«Este trabajo nos da el primer vistazo auténticamente detallado de las propiedades de estas primeras galaxias, nos da detalles de la historia de la GS-9209, que se formó, como muchas estrellas de nuestra Vía Láctea, solo 800 millones de años después del Big Bang», ha añadido.

«El hecho de que también podamos ver un agujero negro dentro de esta galaxia es una gran sorpresa y le da un gran peso a la idea de que estos agujeros negros son estrellas apagadas de las primeras galaxias», ha concluido.

Esta galaxia es unas diez veces más pequeña que la Vía Láctea y, sin embargo, tiene un número similar de estrellas cuya masa combinada suma unas 40.000 millones de veces la de nuestro Sol. Además en su centro hay un agujero negro gigante, lo que podría explicar por qué la galaxia ya no genera estrellas.

La galaxia GS-9209 fue detectada por primera vez en 2004 por una estudiante de la Universidad de Edimburgo, Karina Caputi, bajo la supervisión de los profesores Jim Dunlop y Ross McLure.

 

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