El Senado de México aprobó el miércoles la reforma de un paquete de leyes impulsadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador para reestructurar el Instituto Nacional Electoral (INE)
El presidente Andrés Manuel López Obrador. Foto: La Hora/AP

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha acusado a la jefa de Estado peruana, Dina Boluarte, de ser «un títere, un pelele» al servicio de una «oligarquía» que «está saqueando» los recursos naturales de la nación andina.

«Una oligarquía nacional, pero sobre todo extranjera, está saqueando los bienes naturales de Perú (…) y necesitan tener un títere, un pelele, un gobernante a modo, y un Congreso también», ha criticado el mandatario mexicano durante su habitual rueda de prensa matutina.

De hecho, López Obrador ha comparado la situación en Perú con lo ocurrido en México, donde «durante más de 30 años» se llevaron a cabo reformas constitucionales encaminadas a «favorecer a una minoría rapaz» y entregarles «los bienes públicos y la nación a empresas nacionales y extranjeras».

«En nuestro caso, en 36 años ninguna reforma constitucional fue para beneficiar al pueblo raso. Todas las reformas fueron para ajustar el marco jurídico a propósito de saquear México. Es algo parecido a lo que está sucediendo en Perú», ha recalcado el presidente mexicano.

Es por esto que López Obrador ha mostrado su enfado e indignación por el hecho de que, según él, organismos internacionales –entre los que ha mencionado a la Organización de Estados Americanos o Naciones Unidas– no se pronuncien al respecto de lo que considera «una gran injusticia».

Ahondando en la política interior de Perú, el mandatario ha incidido una vez más en su desacuerdo con la destitución y detención de Pedro Castillo como presidente andino a comienzos del pasado mes de diciembre. «No se respetó la voluntad del pueblo de Perú», ha lamentado.

«No aceptamos toda la farsa que ha significado la destitución del presidente Pedro Castillo (…) Se pisoteó la Democracia, se cometió una gran injusticia al destituirlo y apresarlo, y luego establecer ‘de facto’ un Gobierno autoritario represor», ha manifestado López Obrador.

Las relaciones diplomáticas entre México y Perú se han visto notablemente afectadas desde la detención de Castillo, apresado tras un intento de arrogarse más competencias al anunciar la disolución del Parlamento y tratar de imponer un gobierno de excepción. Tras este episodio, López Obrador ha defendido insistentemente al exmandatario.

 

Como consecuencia de las constantes críticas de México a la gestión de la crisis en Perú, la presidenta andina, Dina Boluarte, ordenó la retirada del embajador peruano en México, Manuel Talavera, algo que ya hizo también hace un mes en Honduras, alegando en ambas ocasiones «injerencia» por parte de las autoridades locales.

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