La destitución de Pedro Castillo como presidente de Perú aboca al país andino a un relevo precipitado que no es nuevo, en la medida en que la nación andina ha vivido en un constante terremoto político durante estos últimos años, con siete personas distintas en la jefatura de Estado en apenas seis años y medio. De estos siete nombres, el mandato más largo fue el de Ollanta Humala, que gobernó de julio de 2011 a julio de 2016 y ahora está inmerso en un juicio por corrupción, una tónica recurrente en la etapa reciente de Perú. De hecho, el predecesor de Humala, Alan García, acabó suicidándose en abril de 2019, cuando iba a ser arrestado por el caso Odebrecht.
A Humala le sucedió Pedro Pablo Kuczynski, que presentó su dimisión en marzo de 2018 cuando el Congreso se preparaba para votar por segunda vez una moción de censura en su contra, también por delitos de corrupción.
La caída de Kuczynski supuso el ascenso de Martín Vizcarra, víctima igualmente de su agrio enfrentamiento con el Congreso. Fue cesado en noviembre de 2020, después de que los legisladores intentasen en varias ocasiones apartarle del poder por acusaciones de diversa índole.
🇵🇪 Tras la destitución y arresto de Pedro Castillo. Dina Boluarte asume como la nueva presidenta de Perú.
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— Diario La Hora (@lahoragt) December 7, 2022
La vacante presidencial quedó cubierta por Manuel Merino, que pasó de liderar al Congreso a encabezar el país. Sin embargo, apenas duró cinco días en el cargo, ya que se vio forzado a dimitir tras una sucesión de protestas que se saldó con dos muertos.
La crisis fue resuelta con el nombramiento del diputado Francisco Sagasti, que ya desde un primer momento asumió que sólo estaría hasta la convocatoria de las próximas elecciones. Así, permaneció en el poder del 17 de noviembre de 2000 al 28 de julio de 2021.
Fue entonces cuando tomó posesión Pedro Castillo, al frente de una candidatura izquierdista pero con matices conservadores en lo social que ha terminado de saltar por los aires este miércoles, de nuevo tras un pulso con el Congreso que llevó al mandatario a intentar ‘in extremis’ una disolución del legislativo.
Tras la destitución y posterior arresto de Castillo, asume el poder su ‘número dos’, Dina Boluarte, que hará historia como la primera mujer en asumir la Jefatura de Estado en Perú.