El expresidente de Argentina Mauricio Macri ha atribuido el reciente atentado contra la vicepresidenta del país, Cristina Fernández de Kirchner, a «un grupo de loquitos», descartando que el intento de magnicidio haya estado «orquestado políticamente».
Macri ha reconocido que su primera reacción al conocer la noticia del atentado contra Kirchner fue de «alivio» al saber que «por suerte no había pasado de un intento», y que el plan para atentar con la vicepresidenta había fracasado.
«Después por supuesto cuando llegó el grotesco de la sobreactuación, ahí ya hubo un rechazo», ha dicho Macri, criticando así la reacción de las autoridades tras el incidente vivido por la vicepresidenta, recoge el diario argentino ‘Clarín’.
Para Macri «queda más que evidente» que el atentado no ha estado orquestado por organizaciones políticas, una teoría que defienden los abogados de Kirchner, si bien ha aprovechado para comparar el incidente con un «atentado» que él sufrió en Mar del Plata, cuando «personas movilizadas» le tiraron piedras.
Mauricio Macri, sobre el atentado a Cristina Kirchner: "Queda claro que es un grupo de loquitos" pic.twitter.com/jeGmZ7dJna
— LA NACION (@LANACION) September 19, 2022
«Esto no es el atentado que tuvimos (…) en Mar del Plata que nos pudieron haber matado. Las piedras que tiraron todas esas personas que fueron movilizadas al lugar para agredirnos o en Traful también socios de este Gobierno. Esas eran movilizaciones políticas para agredir que por suerte no pasó nada, pero ¿y si pasaba?», ha dicho.
La Justicia argentina anunció la semana pasada el procesamiento por «tentativa de homicio calificado» contra el hombre que engatilló un arma en la cara de la vicepresidenta argentina y también a su pareja, Brenda Uliarte, ambos detenidos tras el intento de atentado.
No obstante, la decisión de la jueza encargada del caso no afecta a las otras dos personas detenidas, Agustina Díaz y Nicolás Carrizo, quienes están acusados de haber colaborado con Uliarte en la planificación del ataque, según ‘La Nación’.
Sabag Montiel, de 35 años, apuntó y engatilló el pasado 1 de septiembre dos veces con un arma a la vicepresidenta argentina, mientras que su Uliarte, de 23 años, aparece en la investigación como quien planificó el ataque junto al agresor.