El Gobierno de Estados Unidos ha incluido este miércoles en su lista de sanciones al viceministro de Justicia de El Salvador, Osiris Luna Meza, y al director de Reconstrucción del Tejido Social de la Presidencia, Carlos Amílcar Marroquín Chica, por actos de corrupción vinculados, entre otras cosas, a los pactos sellados con las pandillas para reducir la delincuencia en el país centroamericano.
El Departamento del Tesoro norteamericano ha considerado probado que el Gobierno de Nayib Bukele negoció con organizaciones criminales como la Mara Salvatrucha para reducir la delincuencia. Luna y Marroquín promovieron reuniones secretas con los líderes de las pandillas en las que se avaló el acceso a las cárceles de miembros de la banda en busca de una «tregua secreta».
Las bandas recibieron incentivos económicos para reducir la criminalidad, una de las grandes prioridades de Bukele cuando llegó al poder, así como «privilegios» para los miembros que estaban presos y que van desde teléfonos móviles a prostitutas, informa el Departamento del Tesoro en un comunicado.
Además, en el marco de estas negociaciones, las bandas pactaron respaldar al partido de Bukele, Nuevas Ideas, en las elecciones de 2020, en las que la formación gobernante obtuvo una clara victoria y se hizo con el control de la Asamblea Nacional. Según Washington, Luna también habría logrado apoyo para las medidas adoptadas por el Gobierno para contener la pandemia.
EE. UU. sanciona a altos funcionarios de El Salvador por tratos con líderes de pandillas. Vía AFP pic.twitter.com/gu0yeEtRSH
— Diario La Hora (@lahoragt) December 8, 2021
Luna y Meza habrían malversado millones de dólares de fondos del sistema penitenciario y creado empleos cuyas nóminas terminaban prácticamente en su totalidad en sus propios bolsillos. Al viceministro también se le acusa de desviar y revender productos destinados a la pandemia, en el marco de una trama en la que su madre, Alma Yanira Meza Olivares, que también ha sido sancionada este miércoles, habría hecho las veces de mediadora.
No es la primera vez que la Administración de Joe Biden pone en el punto de mira a funcionarios o autoridades de El Salvador y, de hecho, Bukele no está en la lista de invitados de la Cumbre por la Democracia convocada para esta semana por el Gobierno de Estados Unidos, a pesar de que hay más de un centenar de gobiernos en ella.