Si algo parece seguro en los próximos comicios presidenciales del 28 de julio en Venezuela es que los electores no tendrán ninguna dificultad en ubicar al presidente Nicolas Maduro en la boleta electoral.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) publicó la boleta electoral con las fotos, nombres y signos de los partidos que apoyan a los 10 candidatos presidenciales. El ganador gobernará durante el sexenio 2025-2030.
Maduro, que aspira ser reelecto para un tercer mandato de seis años, ocupa un lugar privilegiado en la boleta como contempla la ley electoral en base a los resultados anteriores. La imagen del mandatario se repite 13 veces, una junto a la otra en los tres primeros renglones.
Entre los partidos que respaldan a Maduro destaca el Partido Comunista de Venezuela (PCV), intervenido por el Tribunal Supremo de Justicia en agosto del año pasado. Además del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, el mandatario cuenta con el respaldo de otras 11 fuerzas, incluida la decena de miembros de la coalición de partidos de izquierda denominada Gran Polo Patriótico.
El Tribunal Supremo de Justicia, que según los críticos es controlado por el oficialismo, suspendió la cúpula del PCV, el más antiguo del país y que en años recientes se sumó a los críticos de Maduro. El Tribunal designó a su vez a una junta directiva interventora que está en manos de disidentes que han sido vinculados con el gobierno.
A lo largo de su historia, a semejanza de otras organizaciones políticas venezolanas, el PCV ha sufrido varias divisiones, pero según sus antiguos líderes nunca había sido objeto de una acción de ese tipo por parte de un procedimiento judicial.
El Tribunal Supremo ha tomado en años recientes decisiones similares contra los cuatro mayores partidos opositores del país —Acción Democrática (AD), Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular y el socialcristiano Copei—, además de otras pequeñas organizaciones opositoras que se han dividido luego de que algunas facciones terminaron aliadas al gobierno.
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Los otros nueve candidatos, muchos de ellos casi desconocidos para la mayoría de los venezolanos, están dispersos en cerca del 65% restante del espacio de la boleta presentada por las autoridades electorales.
“Como no ver a Maduro, lo difícil va a ser distinguir al candidato de María Corina (Machado) en el tarjetón. Está rodeado de, cómo es que los llaman, de alacranes”, dijo Fernando Marrero, un comerciante de 64 años antes de soltar una carcajada, en alusión al candidato de la llamada Plataforma Unitaria Democrática, la principal coalición opositora.
El exdiplomático Edmundo González Urrutia, de 74 años, emergió en abril como el principal contrincante de Maduro luego de que fue bloqueada la candidatura de la líder opositora Machado, ganadora por más 92% de los votos de las primarias de octubre. Machado fue inhabilitada para ejercer cargos públicos por 15 años justo después de anunciar su intención de participar en las primarias.
González Urrutia fue inscrito originalmente como candidato provisional a la espera de que Machado lograse revertir su inhabilitación, pero esa posibilidad fue truncada por el Tribunal Supremo. La postulación de su primera alternativa también fue bloqueada por razones aún desconocidas.
Machado ha seguido recorriendo el país para promover la candidatura de González.
En la boleta electoral también resaltan varios disidentes de la oposición, que se cuentan entre los más feroces críticos de sus antiguos líderes. A la cabeza de partidos intervenidos judicialmente están Luis Eduardo Martínez (AD y Copei, otros cuatro partidos) y José Brito (PJ y tres partidos más).
El abogado Antonio Ecarri cuenta con el apoyo de tres partidos, entre ellos Avanzada Progresista, cuya directiva electa encabezada por el excandidato presidencial Henri Falcón fue desconocida por la autoridad electoral.
Las posibilidades de victoria de Martínez, Brito y Ecarri son remotas, al igual que los otros cinco candidatos restantes: el pastor evangélico Javier Bertucci, el exlegislador opositor Enrique Márquez, el exalcalde de Caracas Claudio Fermín, el ex preso político Daniel Ceballos y el comediante Benjamín Rausseo. Con excepción de Rausseo (2%), los otros suman 1% o menos en las distintas encuestas de intención de voto.
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