Israel ha respaldado esencialmente el marco de un acuerdo propuesto para un cese del fuego y la liberación de rehenes y ahora depende de Hamás aceptarlo, indicó el sábado un funcionario de alto rango de Estados Unidos, un día antes que se reanuden las negociaciones para llegar a un acuerdo en Egipto.
Mediadores internacionales han trabajado durante semanas para alcanzar un acuerdo que ponga pausa a los combates previo al inicio del mes sagrado musulmán del Ramadán el 10 de marzo. Un acuerdo permitirá que la ayuda llegue a cientos de miles de palestinos desesperados en el norte de la Franja de Gaza que los funcionarios de ayuda temen que enfrentan la amenaza de inanición.
Con pagos ya hechos, préstamo de Giammattei para hospitales registra "pobre ejecución"
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— Diario La Hora (@lahoragt) March 3, 2024
Los israelíes “han aceptado más o menos” la propuesta, que incluye un cese del fuego de seis semanas en la Franja de Gaza así como la liberación de rehenes considerados vulnerables, como aquellos que estén enfermos o heridos, o los de edad avanzada y mujeres, por parte de Hamás, señaló el funcionario.
“Ahora mismo, el balón se encuentra en la cancha de Hamás y seguimos presionando al máximo”, afirmó el funcionario, que habló bajo condición de anonimato bajo las normas impuestas por la Casa Blanca para informar a los periodistas.
Funcionarios de Israel y de Hamás no respondieron a solicitudes de comentarios.
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Un funcionario egipcio de alto rango dijo que los mediadores, Egipto y Qatar, esperan recibir una respuesta por parte de Hamás durante las negociaciones en El Cairo que se tiene programado inicien el domingo. El funcionario habló a condición de mantener el anonimato debido a que no estaba autorizado para discutir públicamente las negociaciones.
Cada vez hay más críticas sobre los cientos de miles de personas que luchan por sobrevivir en el norte de Gaza, que se ha llevado la peor parte del conflicto que comenzó cuando el grupo miliciano Hamás irrumpió en el sur de Israel el 7 de octubre, matando a 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestrando a unos 250 rehenes.
Aviones militares de Estados Unidos comenzaron el sábado los primeros lanzamientos aéreos de miles de comidas a Gaza, y las fuerzas militares de Jordania y Egipto anunciaron que también llevaron a cabo lanzamientos aéreos. Grupos de ayuda señalaron que dichas entregas deberían ser el último recurso y, en lugar de ello, pidieron que se abrieran otros cruces hacia la Franja de Gaza y que se retiren los obstáculos en los pocos que están abiertos.
El servicio diplomático de la Unión Europea afirmó que muchos de los cientos de palestinos muertos o heridos en el caos del jueves en torno a un convoy de ayuda fueron impactados por disparos del ejército israelí e instó a que se realizara una investigación internacional. Afirmó que la responsabilidad de la crisis recae en “las restricciones impuestas por el ejército israelí y las obstrucciones de extremistas violentos al suministro de ayuda humanitaria”.
El Ministerio de Salud de Gaza elevó la cifra de muertos por la violencia del jueves a 118 después que el sábado se recuperaron otros dos cadáveres. El número de heridos asciende a 760.
El principal portavoz militar israelí, el contralmirante Daniel Hagari, afirmó que Israel organizó el convoy del jueves, “y las afirmaciones de que atacamos el convoy intencionadamente y que perjudicamos a personas intencionadamente carecen de fundamento”.
Los residentes en el norte de Gaza dicen que han comenzado a buscar en montones de escombros y basura algo para alimentar a sus hijos, que apenas comen una vez al día. Muchas familias han empezado a mezclar comida para animales y aves con cereales para hornear pan.
Al menos 10 niños han muerto de hambre, según registros hospitalarios de Gaza, subrayó la Organización Mundial de la Salud.
La ofensiva militar israelí en Gaza ha matado al menos a 30.320, personas y dejado al menos 71.000 heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no diferencia entre civiles y combatientes en sus cifras, pero afirma que las mujeres y los niños representan alrededor de dos tercios de los muertos.
En la ciudad de Rafah, en el extremo sur de Gaza, donde ahora busca refugio más de la mitad de la población del territorio sitiado, un ataque aéreo israelí impactó el sábado tiendas de campaña frente al hospital emiratí, matando a 11 personas e hiriendo a unas 50, incluidos trabajadores sanitarios, señaló el Ministerio de Salud. Las fuerzas militares de Israel dijeron que apuntaban a los combatientes de la Yihad islámica.
La ofensiva israelí por aire, mar y tierra ha reducido a escombros gran parte del norte de Gaza, densamente poblado. Los militares ordenaron a los palestinos que se desplazaran hacia el sur, pero se cree que hasta 300.000 personas han permanecido allí.
Aproximadamente uno de cada seis niños menores de 2 años en el norte sufre desnutrición aguda y emaciación, “el peor nivel de desnutrición infantil en cualquier parte del mundo”, denunció esta semana Carl Skau, subdirector del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA). “Si nada cambia, una hambruna es inminente en el norte de Gaza”.
Eso ha causado tal desesperación que la gente ha abrumado los camiones que entregaban ayuda alimentaria y se apoderan de lo que pueden, dijo Skau.
En los hechos violentos del jueves, cientos de personas se apresuraron a llegar a unos 30 camiones que transportaban ayuda hacia el norte. Los palestinos dijeron que soldados israelíes dispararon contra la multitud. Israel afirmó que sus fuerzas dispararon tiros de advertencia hacia la multitud e insistió en que muchos de los muertos fueron pisoteados por la avalancha de gente.
Médicos de hospitales de Gaza y un equipo de la ONU que visitó un hospital dijeron que muchos de los heridos habían recibido disparos.
Ahmed Abdel Karim, que recibe tratamiento por heridas de bala en los pies, dijo que llevaba dos días esperando a que llegaran los camiones de ayuda.
“Todo el mundo atacaba y avanzaba sobre estos camiones. Debido al gran número, no pude conseguir harina”, dijo.
Radwan Abdel-Hai, padre de cuatro niños pequeños, oyó un rumor a última hora del miércoles de que un convoy de ayuda estaba en camino. Él y otras cinco personas tomaron una carreta tirada por un burro y se encontraron con un “mar de gente” esperando.
“Los tanques empezaron a dispararnos”, dijo. “Mientras corría hacia atrás, oí proyectiles de tanques y disparos. Oí gritar a la gente. Vi gente cayendo al suelo, algunos inmóviles”. Muchos recibieron disparos en la espalda, dijo.
Soad Abu Hussein, viuda y madre de cinco, dijo que más de 5.000 personas —en su mayoría mujeres y niños— que viven con ella en la escuela de Jabaliya no han recibido ninguna ayuda durante más de cuatro semanas. Un grupo de personas fue a la orilla para intentar pescar, pero tres murieron y dos resultaron heridos por disparos desde barcos israelíes, dijo.
El ejército israelí no respondió de momento a una solicitud de comentarios.
Mansour Hamed, extrabajador de ayuda de 32 años que vive con más de 50 familiares en una casa de la ciudad de Gaza, dijo que algunos están comiendo hojas de árboles y comida para animales. Se ha convertido en algo normal encontrar a un niño saliendo de los escombros con un trozo de pan podrido, afirmó.
Reconociendo la extrema necesidad de alimentos, el presidente estadounidense Joe Biden dijo que su país buscará otras formas de entrega “incluyendo posiblemente un corredor marítimo”.
También el sábado, Israel indicó que tres soldados murieron y 14 resultaron heridos el viernes cuando activaron inadvertidamente explosivos en un edificio con trampas explosivas a las afueras de Jan Yunis, en el sur de Gaza.