Los colombianos acudían el domingo a las urnas para elegir a los mandatarios locales que asumirán en enero en una elección con la atención puesta en Bogotá, donde uno de los punteros es el alfil del presidente Gustavo Petro, y rodeada de algunos actos de violencia en el resto del país.
Las urnas abrieron a las 8:00 horas local (1300 GMT) y cerrarán a las 16:00 (2100 GMT) en todo el país, donde están habilitados para votar 38,9 millones de ciudadanos.
La Registraduría, entidad encargada de la logística en las elecciones, inició el acto protocolario de apertura de la jornada con un minuto de silencio por la memoria de Duperly Arévalo, una funcionaria que falleció el sábado cuando fue atacada e incendiada la sede de esa entidad en Gamarra, al noreste de Colombia. Cuatro civiles y dos policías resultaron heridos.
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El registrador nacional Alexander Vega aseguró en el acto protocolario que todos los puestos de votación lograron ser instalados, incluso el de Gamarra —donde la sede quedó «en cenizas» y dos funcionarias sufrieron quemaduras que las tienen «entre la vida y la muerte«.
Se trata de las segundas elecciones locales desde que el Estado y la antigua guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron la paz en 2016 para poner fin a cinco décadas de confrontaciones.
Sin embargo, la violencia persiste en el país y tanto la estatal Defensoría del Pueblo como grupos de la sociedad civil han advertido sobre un «riesgo extremo» de violencia en más de un centenar de municipios.
En la víspera fueron secuestrados los padres del futbolista colombiano Luis Diaz, destacado jugador del club inglés Liverpool, en la zona del Caribe, cuando se trasladaban en su vehículo. La madre fue rescatada y siguen en busca del padre.
En tanto, el gobierno ha exigido a los grupos armados que permitan una elección libre de coacción, especialmente a la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el denominado Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las FARC creada por quienes no firmaron el acuerdo de paz. Ambos grupos ilegales pactaron ceses al fuego bilaterales como parte de los acuerdos en las mesas de diálogo que estarán vigentes hasta enero próximo.
En el marco de las negociaciones, la disidencia de las FARC difundió el viernes un comunicado firmado junto con el gobierno en que anunció que estará presente en el acto protocolar de inicio de la votación en Popayán, la capital del convulso departamento de Cauca, un escenario inédito que de inmediato produjo críticas. El presidente negó que su gobierno haya dado dicha autorización.
Los colombianos elegirán a 1.102 alcaldes, 32 gobernadores, 12.072 concejales, 418 diputados de asambleas departamentales y 6.885 ediles o miembros de las Juntas Administradoras Locales.
A diferencia de la elección presidencial de 2022, los actuales comicios locales no son vistos por los analistas con una marcada influencia de las multitudinarias protestas de 2021 que develaron una honda inconformidad social y que explicaron en parte el arribo al poder de Petro, el primer izquierdista en ocupar el cargo en Colombia.
«La inequidad que generó el malestar social sigue latente, pero ahora es mucho menor. Los que anteriormente se indignaban con el establecimiento hoy son establecimiento«, aseguró a The Associated Press el experto en marketing político Carlos Arias Orejuela.
Como novedad, en estos comicios Bogotá podría tener por primera vez una segunda vuelta en caso de que el primero en la votación no supere el 40% de los votos y sobrepase al segundo por 10 puntos porcentuales.
El cargo de alcalde de Bogotá, con ocho millones de habitantes, es considerado el segundo más importante del país, después del de presidente.
En la boleta hay nueve candidatos, pero las encuestas muestran a tres punteros: Carlos Fernando Galán, por el Nuevo Liberalismo —el partido que fundó su padre Luis Carlos Galán, asesinado en 1989 en un atentado cuando aspiraba a la presidencia—; el exsenador Gustavo Bolívar, guionista y director de cine de profesión que aspira por el Pacto Histórico —el movimiento político de Petro—; y Juan Daniel Oviedo, exdirector del Departamento de Estadística del gobierno del conservador Iván Duque (2018-2022).
La elección del alcalde de Bogotá ha concentrado la atención de Petro, quien gobernó la capital entre 2012 y 2015 y ha insistido en que se modifique el proyecto de la primera línea de metro que ya está contratada por más 3.300 millones de dólares a empresas chinas. Insiste en lograr que una parte sea subterránea, como lo planeó desde su alcaldía, una idea que tendría mayor cabida con Bolívar como aliado que con Galán u Oviedo.
Bolívar es el candidato del Pacto Histórico que tiene mayores posibilidades de ganar, de acuerdo con las encuestas y los analistas. En otras grandes ciudades del país como Barranquilla, Medellín, Cali y Bucaramanga, el movimiento político de Petro no tiene punteros.
Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, dijo a la AP que la izquierda en Colombia la tiene difícil para avanzar en las elecciones locales, pese a su reciente victoria nacional con Petro en la presidencia, dado que «el gobierno ha perdido mucha de la popularidad con la cual arrancó hace un año«.
También serán las segundas elecciones locales en que participe el partido Comunes, formado por exintegrantes de las antiguas FARC que ingresaron a la vida civil. Actualmente, tienen un centenar de candidatos a concejales, ediles y alcaldes, sin embargo, la mayoría va en coalición con otros partidos de izquierda. En las pasadas elecciones de 2019 sólo tuvieron 23 aspirantes.
«El partido de los desmovilizados no ha logrado realmente tener arraigo local, incluso en zonas apartadas como lo habíamos podido pensar. La novedad para Comunes en estas elecciones es que logra aliarse con otros partidos progresistas, lo que lo saca un poco de su ostracismo por su pasado reciente de guerrilla«, indicó Basset.