Los republicanos nominaron a Steve Scalise el miércoles como nuevo presidente de la Cámara de Representantes, pero batallaron para cohesionar rápidamente a su muy divida mayoría y elegir al conservador en una votación pública en el pleno tras la histórica destitución de Kevin McCarthy.
En una votación privada en el Capitolio, los republicanos de la cámara baja descartaron por estrecho margen a Jim Jordan, el presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes, para favorecer a Scalise, el actual líder de la mayoría. El congresista de Luisiana, que está luchando contra el cáncer de sangre, es considerado como un héroe por algunos después de sobrevivir a un ataque a tiros contra legisladores en una práctica de béisbol del Congreso en 2017.
«Tenemos mucho trabajo que hacer», declaró Scalise poco después. Se esperaba una votación de toda la cámara baja, pero las tensiones siguen siendo muy fuertes entre los republicanos, que han paralizado la legislatura con amargas disputas internas tras la impactante destitución de McCarthy la semana pasada. La cámara baja celebró una breve sesión y luego se interrumpió indefinidamente, sin que se conozcan los pasos a seguir.
Se trata de un momento extraordinario de caos político en un contexto de incertidumbre interior y de crisis en el exterior, mientras inicia la segunda semana sin presidente de la cámara baja. Apenas 10 meses después de que los republicanos llegaran al poder con la aspiración de funcionar como un equipo y dirigir el gobierno como si fuera una empresa, la mayoría del Partido Republicano ha ido a la deriva, lejos del objetivo.
El presidente de Estados Unidos Joe Biden confirma rehenes estadounidenses en poder de Hamas y condena el ataque a Israel. #LHInternacional
Clic en la imagen para ver detalles https://t.co/62cwqhG9ku
— Diario La Hora (@lahoragt) October 11, 2023
«Tenemos que asegurarnos de enviar un mensaje a la gente de todo el mundo, que la cámara baja está trabajando para atender los asuntos del pueblo», dijo Scalise. Lo que no queda seguro es si los legisladores que apoyaron a Jordan, quien tiene el respaldo de Trump, apoyarán a Scalise en la que seguramente será una votación ajustada del pleno de la cámara baja. Se prevé que los demócratas se opondrán al candidato republicano y, sin lugar a duda, postularán a su líder, el representante de Nueva York Hakeem Jeffries.
Jordan no dijo mucho después de la votación, solamente que la mayoría republicana «está dividida». Pero Jordan sí se ofreció a dar a Scalise un discurso de nominación en el pleno, en lo que sería una muestra de apoyo durante una votación. Un líder centrista, el representante republicano Don Bacon, de Nebraska, dijo que necesitan tener un presidente de la cámara baja «para poder gobernar».
«Lo que deberíamos haber oído hoy tras el recuento de votos era: ‘Apoyaré de todo corazón a Steve. Apoyémosle'», dijo Bacon. «No hemos oído eso». Los estadounidenses están atentos. Una cuarta parte de los republicanos dicen que aprueban la decisión de un pequeño grupo de republicanos de destituir a McCarthy como presidente. Tres de cada 10 republicanos creen que fue un error, según una encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, manifestó: «Queremos que termine el caos para poder cumplir con el pueblo estadounidense». La coalición de legisladores de extrema derecha que derrocaron a McCarthy ha demostrado que unos cuantos legisladores pueden jugar un papel descomunal en la elección de su sucesor.
En una votación en el pleno, Scalise necesitaría reunir los votos de casi todos los republicanos para superar la oposición demócrata. Normalmente, la mayoría necesaria sería de 218 votos, pero actualmente hay dos escaños vacantes, lo que reduce el umbral a 217.
Muchos republicanos quieren evitar el tipo de disputas que se dieron en enero, cuando McCarthy se convirtió en presidente. A puerta cerrada, los republicanos votaron a favor de dejar de lado una propuesta de cambio en el reglamento que habría tratado de garantizar una mayoría de votos antes de que el candidato fuera sometido a votación en el pleno.
Sin el cambio en el reglamento, se esperaría que los legisladores republicanos coincidan para obtener la victoria por mayoría. Pero muchos anunciaron que no apoyarían a Scalise.
La representante republicana Marjorie Taylor Greene dijo que apoyaba a Jordan en la votación privada y que lo haría en la votación en el pleno. Por su parte, el representante Thomas Massie señaló que le hizo saber a Scalise que «no tiene mi voto en el pleno».
Ni Scalise ni Jordan eran considerados los sucesores evidentes de McCarthy, que fue destituido por presión del flanco de extrema derecha después de que llevara al Congreso a aprobar la iniciativa de ley que evitó un cierre del gobierno.
En tendencia:
-
EE.UU.: Cámara baja paralizada tras destitución de McCarthy; republicanos buscan nuevo líder
-
McCarthy es destituido como presidente de la Cámara de Representantes de EE. UU.
-
Mingob dará vehículos y hasta 10 agentes de seguridad a exfuncionarios de la institución
Los tres hombres han estado en esta situación antes. En 2018, compitieron de forma similar por el liderazgo, y McCarthy y Scalise mantienen su rivalidad hasta el día de hoy.
Scalise estaba en línea para el trabajo esta vez después de la destitución de McCarthy, pero se enfrentó al desafío de Jordan, miembro fundador del Freedom Caucus y quien era visto como una opción más aguerrida.
Jordan es conocido por su estrecha alianza con Trump, sobre todo cuando el entonces presidente estaba trabajando para anular los resultados de las elecciones de 2020, lo que llevó al ataque del 6 de enero de 2021 en el Capitolio. Trump respaldó la candidatura de Jordan.
Varios legisladores, entre ellos el representante Matt Gaetz, quien propició la destitución de McCarthy, dijeron que estarían dispuestos a apoyar a Scalise o a Jordan. «Larga vida al presidente Scalise», dijo Gaetz después de la votación. McCarthy había planteado brevemente un posible regreso a principios de esta semana, pero los ocho legisladores de línea dura que contribuyeron a su destitución no mostraron signos de ceder. A última hora del martes dijo a sus colegas que no lo nominaran.
En la oficina del presidente de la Cámara de Representantes, donde el nombre de McCarthy sigue al frente desde su destitución la semana pasada, se vieron trabajadores sacando cajas y obras de arte de la majestuosa suite en el Capitolio.
Por ahora, el representante republicano Patrick McHenry, quien fue nombrado presidente pro tempore, está al mando. Ha mostrado poco interés en ampliar su poder más allá del papel que se le asignó: un líder interino encargado de garantizar la elección del próximo presidente de la cámara baja.
Esta función se creó tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 para garantizar la continuidad del gobierno. El nombre de McHenry encabezaba la lista presentada por McCarthy cuando se convirtió en presidente en enero.