La tormenta Lee derribó árboles y cortó el suministro eléctrico a decenas de miles de personas el sábado cuando sus bandas exteriores comenzaron a azotar la costa de Nueva Inglaterra y el este de Canadá, amenazando con vientos huracanados, olas peligrosas y lluvias torrenciales a medida que su vórtice se acerca.
Se pronosticaron condiciones severas en partes de Massachusetts y Maine, y condiciones de huracán podrían afectar las provincias canadienses de Nuevo Brunswick y Nueva Escocia, donde se espera que la tormenta, degradada el sábado por la mañana de huracán a ciclón postropical, toque tierra durante el transcurso del día.
El vórtice de la tormenta se encontraba a unos 365 kilómetros (185 millas) al suroeste de Halifax, Nueva Escocia, y a alrededor de 355 kilómetros (160 millas) al sur-sureste de Eastport, Maine, a las 8:00 de la mañana del sábado. Se movía hacia el norte a una velocidad de 41 km/h (25 mph), con vientos máximos sostenidos de 129 km/h (80 mph).
Se declararon estados de emergencia en Massachusetts y Maine, el estado más boscoso del país, donde el suelo estaba saturado y los árboles debilitados por las fuertes lluvias de verano. Hubo reportes sobre árboles caídos en el este de Maine, según Todd Foisy, un meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional.
Comerciantes en Massachusetts se preparan ante la llegada de la tormenta Lee este fin de semana. pic.twitter.com/kSjGIA1a2T
— Noticias Telemundo (@TelemundoNews) September 16, 2023
«Tenemos un largo camino por recorrer y de antemano estamos viendo árboles caídos y cortes de energía», dijo Foisy el sábado. Las autoridades emitieron alertas de huracán para Nuevo Brunswick y Nueva Escocia, y una advertencia de tormenta tropical se extiende desde Westport, Massachusetts, a lo largo de Cape Cod y la costa de Maine hasta Nueva Escocia.
Las empresas de servicios públicos informaron que decenas de miles de clientes se quedaron sin electricidad desde Maine hasta Nueva Escocia. El aeropuerto más grande de Nueva Escocia, Halifax Stanfield International, no tenía programados vuelos, ni llegadas ni salidas, el sábado.
Se proyecta que las ráfagas máximas ronden los 113 km/h (70 mph) en la costa del este de Maine, pero habrá ráfagas de hasta 80 km/h (50 mph) en una franja de más de 643 kilómetros (400 millas) de ancho, desde el lago Moosehead de Maine hacia el este hasta el océano, dijo.
Los cruceros se resguardaban en amarraderos en Portland, Maine, mientras que los pescadores de langostas en Bar Harbor y en otros lugares sacaban sus costosas trampas del mar y llevaban sus embarcaciones a tierra, lo que dio un aspecto fantasmal a algunos muelles.
Dos pescadores de langostas —uno de ellos Billy Bob Faulkingham, líder republicano de la Cámara de Representantes de Maine— sobrevivieron luego que su bote volcara cuando retiraban trampas el viernes antes de la tormenta, señalaron las autoridades.
La baliza de localización de emergencia del bote alertó a las autoridades, y los dos pescadores se aferraron al casco de la embarcación volcada hasta que llegó ayuda, dijo el jefe de policía de Winter Harbor, Danny Mitchell.
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Lee ya azotó las Islas Vírgenes de Estados Unidos, las Bahamas y las Bermudas antes de virar hacia el norte, donde podría causar «marejadas y condiciones de resacas potencialmente letales» en Estados Unidos y en Canadá, según el centro de huracanes.
En zonas de la costa de Maine podrían registrarse olas de 4,5 metros (15 pies) de alto que causarán erosión y daños, y los fuertes vientos podrían provocar apagones, según Louise Fode, del Servicio Meteorológico Nacional en el estado. En el este, donde hay un aviso activo por inundaciones repentinas, se esperan hasta 12 centímetros (5 pulgadas) de lluvia.
En Canadá, Ian Hubbard, meteorólogo de la agencia de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá y del Centro Canadiense de Huracanes, dijo que Lee no será tan devastador como los remanentes del huracán Fiona, que arrojaron casas al océano, interrumpieron el suministro eléctrico en dos provincias y arrastraron a una mujer hacia el mar hace un año.
Pero sigue siendo una tormenta peligrosa. Kyle Leavitt, director de la Organización de Gestión de Emergencias de Nueva Brunswick, pidió a los habitantes que se queden en sus casas: «Nada bueno puede resultar de salir a ver las grandes olas y lo fuerte que es el viento».
Los huracanes destructivos son relativamente inusuales tan al norte. En 1938, el Gran Huracán de Nueva Inglaterra dejó rachas de hasta 300 km/h (186 mph) con vientos sostenidos de 195 km/h (121 mph) en el Observatorio Blue de Massachusetts. Pero en los últimos años no se han registrado tormentas tan potentes.