Esta imagen satelital del martes 29 de agosto de 2023 proporcionada por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos muestra el huracán Idalia (centro), acercándose a la costa de Florida en el Golfo de México, y al huracán Franklin (derecha), mientras avanza junto a la costa este de Estados Unidos, al suroeste de Bermuda. Foto La Hora/AP
Esta imagen satelital del martes 29 de agosto de 2023 proporcionada por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos muestra el huracán Idalia (centro), acercándose a la costa de Florida en el Golfo de México, y al huracán Franklin (derecha), mientras avanza junto a la costa este de Estados Unidos, al suroeste de Bermuda. Foto La Hora/AP

Idalia adquirió fuerza de huracán el martes y se dirigía hacia la costa occidental de Florida mientras las autoridades advertían a los residentes de zonas vulnerables que empacaran y abandonaran sus viviendas para escapar de las amenazas de fuertes vientos e inundaciones devastadoras.

Idalia avanzaba por el Golfo de México como huracán de categoría 1, pero se tenía previsto que tocara tierra firme el miércoles temprano como un sistema de categoría 3 con vientos máximos sostenidos de hasta 193 kilómetros por hora (120 millas por hora) en la escasamente poblada región de Big Bend, donde la franja noroeste de Florida se adentra en la península. El resultado podría ser un duro golpe para un estado que aún tiene que hacer frente a los daños persistentes del huracán Ian del año pasado.

El Servicio Nacional de Meteorología en Tallahassee señaló que Idalia era un «evento sin precedentes» debido a que ningún huracán de categoría 3 o mayor ha pasado nunca por la bahía colindante con la región del Big Bend.

En la isla de Cedar Key, la comisaria Sue Colson se unió a otros funcionarios municipales para empaquetar documentos y aparatos electrónicos en el Ayuntamiento. Tenía un mensaje para los casi 900 residentes que tenían órdenes obligatorias de evacuar la isla cercana a la costa de la región de Big Bend. Más de una docena de policías estatales fueron puerta por puerta advirtiendo a los residentes de que la marejada ciclónica podría alcanzar los 4,5 metros (15 pies) de altura.

«Una palabra: Váyanse», dijo Colson. «No es algo para discutir». No todos hicieron caso. Andy Bair, propietario del Island Hotel, dijo que tenía la intención de «cuidar» su establecimiento, que es anterior a la Guerra Civil. El edificio no se ha inundado en los casi 20 años que lleva siendo su propietario, ni siquiera cuando el huracán Hermine anegó la ciudad en 2016.

«Siendo el cuidador del edificio más antiguo de Cedar Key, siento que necesito estar aquí», dijo Bair. «Hemos demostrado una y otra vez que no vamos a desaparecer. Puede que estemos un poco incómodos durante un par de días, pero al final estaremos bien».

 

Se suspendió el cobro de peajes en las autopistas fuera de la zona de peligro, se abrieron refugios y los hoteles se prepararon para acoger a los evacuados. Más de 30.000 trabajadores de servicios públicos se reunieron para realizar reparaciones lo antes posible tras el paso del huracán.

A las 11 de la mañana del martes, hora del este de Estados Unidos, Idalia se ubicaba a 440 kilómetros (275 millas) al sur-suroeste de Tampa y tenía vientos máximos sostenidos de 140 km/h (85 mph), informó el Centro Nacional de Huracanes. Se movía hacia el norte a 22 km/h (14 mph).

Después de tocar tierra en la región de Big Bend, se pronostica que Idalia cruce la península de Florida y luego empape el sur de Georgia y de las Carolinas el jueves.

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