El presidente estadounidense Joe Biden y el primer ministro japonés Fumio Kishida se reunieron el jueves para resaltar la fuerza de su alianza antes del inicio de la cumbre del Grupo de los Siete, en la cual las principales democracias del mundo abordarán los desafíos de la guerra de Rusia en Ucrania, las amenazas nucleares balísticas de Corea del Norte y el creciente poder de China.
Biden inició sus declaraciones recordando que Kishida, en una visita a Washington en enero, dijo que el mundo encara «una de las más complejas» situaciones de seguridad en la historia reciente. «No podía estar más de acuerdo», dijo Biden al primer ministro japonés. «Cuando nuestros países se alzan juntos, somos más fuertes y creo que todo el mundo es más seguro cuando lo hacemos».
Por su parte, Kishida le dijo a Biden que «nos alegramos mucho de que la cooperación haya avanzado a grandes pasos». La alianza entre Japón y Estados Unidos es la «misma base de la paz y la seguridad en la región indopacífica», expresó Kishida. Más tarde, Kishida tenía previsto entrevistarse con el primer ministro británico Rishi Sunak antes del inicio de la cumbre el viernes.
🇺🇸 Joe Biden (@JoeBiden), presidente de #EstadosUnidos y Fumio Kishida, primer ministro de #Japón coordinarán esfuerzos antes del inicio mañana viernes de la cumbre del G7 en #Hiroshima.
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https://t.co/Lid1MZQa9Z— El Político (@Elpoliticonews) May 18, 2023
Biden salió del Air avión presidencial Force One bajo una lluvia intensa y saludó brevemente a las tropas a su llegada en la cercana base de la Infantería de Marina en Iwakuni. Los líderes mundiales comenzaron a llegar el jueves a la cumbre en Hiroshima, donde se produjo el primer ataque del mundo con una bomba atómica. Se esperaba que la guerra de Rusia en Ucrania sea uno de los temas clave de conversación.
Mientras los asistentes llegaban a Hiroshima, Moscú lanzó otro ataque aéreo sobre la capital ucraniana. Fuertes explosiones resonaban sobre Kiev de madrugada, en el noveno ataque este mes en de ataques aéreos rusos contra la ciudad tras semanas de calma relativa. «La crisis en Ucrania: estoy seguro de que es la conversación con la que va a comenzar», comentó Matthew P. Goodman, vicepresidente de economía en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés).
En declaraciones a la prensa a bordo del Air Force One, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo que habría «conversaciones sobre el campo de batalla» en Ucrania y la «situación de las sanciones y en particular las medidas a las que se comprometerá de forma colectiva el G7 para su aplicación».
También se esperaba que los líderes del G7 e invitados de otros países hablen del despliegue militar y la creciente agresividad de China, entre preocupaciones sobre que podría tratar de tomar Taiwán por la fuerza, desencadenando un conflicto más amplio. China reclama la isla autogobernada como parte de su territorio y suele enviar barcos y aviones de combate a la zona.
Había fuertes medidas de seguridad en Hiroshima, donde se desplegaron grandes grupos de policías en numerosos puntos de la ciudad. Un pequeño grupo de manifestantes se vio muy superado en número por la policía en su protesta del martes por la tarde ante las ruinas del Monumento de la Paz de Hiroshima, donde sostuvieron carteles con lemas como «¡No a la cumbre imperialista del G7!». En un ejercicio de diplomacia rival, el presidente de China, Xi Jinping, recibía a los líderes de Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán para una cumbre de dos días en la ciudad china de Xi’an a partir del jueves.
Kishida también confiaba en llamar la atención sobre el riesgo de proliferación nuclear durante la reunión en Hiroshima. Los líderes tenían previsto visitar un parque construido en memoria del ataque nuclear de 1945 de Estados Unidos, que destruyó la ciudad y mató a 140.000 personas.
La posibilidad de otro ataque nuclear ha quedado sobre la mesa debido al programa nuclear y la reciente serie de ensayos de misiles de la cercana Corea del Norte, así como por las amenazas rusas de emplear armas nucleares en Ucrania. China, por su parte, amplía con rapidez su arsenal nuclear.
Otro probable tema de las conversaciones eran los esfuerzos para reforzar la economía global y abordar las subidas de precios que exprimen a las familias y presupuestos del gobierno en todo el mundo, especialmente en países en desarrollo en África, Asia y América Latina.
El debate sobre el aumento del límite de deuda en Estados Unidos, la economía más grande del mundo se cernía sobre las negociaciones. Biden tenía previsto apresurar su regreso a Washington desde la cumbre para participar en las negociaciones sobre deuda, cancelando sus planes previos de visitar Papúa Nueva Guinea y Australia. El primer ministro británico llegó a Japón antes el jueves y visitó el JS Izumo, un barco que puede llevar helicópteros y cazas capaces de aterrizar y despegar en vertical.
El G7 incluye a Japón, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Canadá e Italia, así como la Unión Europea. Otros países han sido invitados a la cumbre. El G7 aspira a reforzar los lazos de sus miembros con otros países al margen de las naciones industrializadas más ricas del mundo, además de recabar apoyo para iniciativas como aislar a Rusia.
Entre los invitados estaban los líderes de Australia, Brasil, India, Indonesia y Corea del Sur. Se esperaba que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, participara por videoconferencia.
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