El presidente de Colombia, Gustavo Petro, cambió a 7 de los 18 ministros de su gabinete. Foto: La Hora / AP

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, cambió a 7 de los 18 ministros de su gabinete, después de haber advertido sobre la necesidad de conformar un “gobierno de emergencia”. Salió del gobierno el ministro de Hacienda José Antonio Ocampo, que daba confianza a los mercados, y la ministra de Salud, Carolina Corcho, protagonista de una de las grandes reformas que impulsa la actual administración.

En su lugar, en esas dos carteras, aparecen Ricardo Bonilla, que acompañó como secretario de Hacienda a Gustavo Petro cuando fue alcalde de Bogotá, y Guillermo Alfonso Jaramillo que también trabajó con él en la alcaldía como secretario de salud.

Hasta ahora, Ocampo había sido la voz que aliviaba la incertidumbre de los mercados y, por esa razón, la noticia de su salida ha empezado a resentir los indicadores económicos del país.

El ahora exministro se pronunció y dijo que en este momento los indicadores financieros van en la dirección correcta y pidió que las reformas que se hagan en el país en materia social, “sean compatibles con la regla fiscal”, es decir, que sean responsables con las finanzas del país.

Además destacó la aprobación de la reforma tributaria de la administración Petro: “Ha sido la única reforma progresista que ha adoptado el Congreso en este gobierno”.

Según analistas, la segunda modificación del gabinete en ocho meses de gobierno ha generado incertidumbre.

La medida fue tomada después de que tres de los partidos de gobierno en el Congreso -el Partido Liberal, el Conservador y el Partido de la U- no acompañaron la reforma a la salud propuesta por Petro. De hecho la ministra de Salud saliente, quien encaró la reforma, fue una de las funcionarias más criticadas por la oposición.

“La coalición política pactada como mayoría ha terminado en el día de hoy por decisión de unos presidentes de partido, alguno de los cuales amenaza a la mayoría de su propia bancada”, escribió el presidente Petro en su cuenta de Twitter casi a la medianoche del martes.

 

El expresidente colombiano Juan Manuel Santos (2010-2018) reaccionó ante los cambios en el gabinete de Petro y en diálogo con la emisora Blu Radio dijo que “estamos respirando mucha incertidumbre”. Cuestionó que “si usted cambia contantemente a los ministros no hay continuidad y no se avanza”.

Santos agregó que esto “va en contra de las reglas de buen gobierno” y lamentó el quiebre de la coalición oficialista: “Lo que se necesita es un diálogo constructivo”.

En la misma línea, Johan Mauricio Caldas, profesor de la facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, considera que con estos cambios el presidente Petro “radicaliza su gobierno y termina los vínculos con partidos de la coalición.”

El presidente Petro también cambió al ministro de la política y el miércoles nombró a Luis Fernando Velasco, un hombre del partido Liberal, que venía desempeñándose como consejero para las regiones. De ese cargo salió Alfonso Prada, considerado uno de los funcionarios más conciliadores del gobierno, pero que protagonizó polémicas, como aquella que se generó cuando calificó de “cerco humanitario” lo que en realidad había sido un secuestro de policías.

William Camargo, otro funcionario que trabajó con Gustavo Petro en la alcaldía de Bogotá, será el nuevo ministro de transporte, en reemplazo de Guillermo Reyes. Jhenifer Mojica será la nueva ministra de Agricultura tras la salida de Cecilia López, que recientemente criticó la idea que tenía su propio gobierno de suspender la firma de contratos de exploración de petróleo.

Como ministro de las Tecnologías de la Información (TIC) nombró a Mauricio Lizcano, un político del partido de la U que hasta hoy se desempeñaba como director del Departamento Administrativo de la Presidencia. En ese cargo, el presidente Petro nombró a Carlos Ramón González, uno de los líderes del partido Alianza Verde, que hace parte de la coalición de gobierno.

Como ministra de Ciencia, el presidente Petro delegó a Yesenia Olaya, que venía desempeñándose como viceministra en esa misma cartera y que volvió al país para integrar el actual gobierno. En el exterior, fue coordinadora académica del Certificado en Estudios Afrolatinoamericanos del Afro-Latin American Research Institute de la Universidad de Harvard. Olaya reemplazará al saliente ministro Arturo Luna.

En diálogo con The Associated Press el abogado constitucionalista Juan Manuel Charry anticipó que el presidente Petro conformará un gobierno con ideas de izquierda más radicales, una decisión que terminaría pagando en el Legislativo. “Un gobierno con minorías en el Congreso, que la va a tener muy difícil, que se va a quejar mucho y que va a acudir a la opinión y a las manifestaciones”.

En ese sentido el presidente del Congreso, Roy Barreras, dijo a Blu Radio que “los cambios son las reformas concertadas, no son los anuncios y no es la agitación. Hay una línea muy delgada donde se puede uno resbalar a escenarios de violencia”.

En Twitter se encendió la polémica.

La excandidata presidencial Ingrid Betancourt consideró que el mandatario está allanando el camino para instaurar en Colombia un régimen parecido al venezolano. “Petro está siguiendo su guion para el caos total: revienta la coalición de gobierno, culpa a (el exministro de Educación Alejandro) Gaviria y a Santos, amenazando a uno con ir ante la CIDH e insultando al otro de mentiroso, todo para legitimar gobernar sin garantías democráticas a lo (Nicolás) Maduro”, escribió Betancourt.

El primer cambio en el gabinete de Petro ocurrió hace dos meses cuando anunció la salida de tres ministros, entre ellos Gaviria, quien había criticado públicamente la reforma a la salud que propone el Ejecutivo. En ese momento también dejaron el equipo las ministras de Deporte y de Cultura.

El exministro de Defensa y exembajador de Colombia en Estados Unidos, Gabriel Silva Luján, sostuvo en Twitter que “el presidente Petro ya no va a ser el Jefe del Estado sino el activista y líder de un levantamiento contra el Estado de derecho”.

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