Nueva información vincula origen del COVID-19 a perro mapache. Foto: La Hora / AP

El material genético recabado en un mercado chino cerca de donde se detectaron los primeros casos de COVID-19 en personas muestra que el ADN de un perro mapache se combinó con el virus, lo que agrega evidencia a la teoría de que la pandemia se originó en animales, no en un laboratorio, dicen especialistas internacionales.

«Esta información no proporciona una respuesta definitiva a cómo comenzó la pandemia, pero cada fragmento de información es importante para acercarnos a esa respuesta», declaró el viernes el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus. Aún no se sabe a ciencia cierta cómo fue que surgió el coronavirus. Muchos científicos suponen que lo más probable es que haya saltado de animales a la gente –como ha sucedido antes con muchos otros virus– en un mercado de animales silvestres en Wuhan, China.

Sin embargo, en Wuhan hay numerosos laboratorios implicados en recolectar y estudiar diversos coronavirus, lo que azuza teorías que los científicos dicen son plausibles de que el virus podría haberse escapado de uno de ellos. Los nuevos hallazgos no resuelven la interrogante, y no han sido examinados formalmente por otros expertos ni publicados en alguna revista de prestigio.

Tedros criticó a China por no compartir antes la información genética. En conferencia de prensa, declaró: «estos datos podrían haber sido y deberían haber sido compartidos hace tres años». Las muestras fueron tomadas de superficies en el mercado de mariscos Huanan en Wuhan, donde fueron detectados los primeros casos de COVID-19 en seres humanos a fines de 2019.

Tedros dijo que científicos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) chino incluyeron recientemente las secuencias genéticas en la mayor base de datos del mundo sobre virus. Después fueron retiradas de ese lugar, pero no antes de que un biólogo francés hallara la información por casualidad y la mostrara a un grupo de científicos ajenos a China que intentan encontrar el origen del coronavirus.

Los datos indican que algunas de las muestras positivas de COVID recogidas de un puesto de venta de animales salvajes también contenían genes de perro mapache, un indicio de que los animales podrían haberse contagiado del virus, según los científicos. El análisis de esos expertos fue publicado por primera vez en la revista The Atlantic. «Existe una buena probabilidad de que los animales que depositaron el ADN también hayan depositado el virus», dijo Stephen Goldstein, virólogo de la Universidad de Utah que participó en el análisis de los datos. «Si uno realizara un muestreo ambiental después de un evento de derrame zoonótico… esto es en esencia exactamente lo que esperaría encontrar».

 

Esos caninos, llamados perros mapache por sus rostros que se asemejan a esos animales, son a menudo criados por su piel y vendidos para consumir su carne en mercados de animales de diversas partes de China. Ray Yip, un epidemiólogo y miembro fundador de la oficina en China de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, dijo que los nuevos hallazgos son significativos, aunque no definitivos.

«Los datos de muestreo ambiental del mercado publicados por los CDC de China son de lejos la prueba más contundente hasta el momento que apoya el origen animal (del COVID-19)», dijo Yip a la AP en un correo electrónico. No está relacionado con el nuevo análisis. La directora técnica de la OMS para el COVID-19, Maria Van Kerkhove, advirtió que en los análisis no se encontraron virus dentro de ningún animal ni evidencia contundente alguna de que alguno hubiera infectado a personas.

Datos vinculan origen del COVID-19 a animales, no a laboratorio

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