Twitter dio información incompleta a la Unión Europea sobre sus esfuerzos para combatir la desinformación online, lo que mereció el jueves una fuerte reprimenda de los más altos funcionarios del bloque. La empresa adhirió voluntariamente al Código de Buenas Prácticas en materia de Desinformación en 2022, antes de que el multimillonario Elon Musk adquiriese la red social.
Las plataformas online como Google, TikTok, Facebook y la matriz de Instagram, Meta, se comprometieron a tomar medidas para reducir la desinformación. El mes pasado enviaron sus primeros informes «básicos» para mostrar hasta qué punto han cumplido sus promesas. Todos los firmantes del código voluntario, que incluyen empresas de publicidad tecnológica y grupos de la sociedad civil, presentaron informes completos. Twitter fue la excepción.
«Me decepciona ver que el informe de Twitter está retrasado con respecto a los demás y espero un compromiso más serio con sus obligaciones derivadas del código», dijo Vera Jourova, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para valores y transparencia. «Rusia ha emprendido una guerra de desinformación en toda regla y las plataformas deben cumplir con sus responsabilidades». Twitter no respondió de inmediato a un pedido de declaraciones. La oficina de prensa de la red social cerró y su equipo de comunicaciones fue despedido después de la adquisición por Musk el año pasado.
Twitter submitted an incomplete report to the EU, drawing regulators’ ire just months before the bloc gets the power to fine companies over insufficient content moderation https://t.co/Xf8MVYJoZD
— The Wall Street Journal (@WSJ) February 9, 2023
Los mandatarios de la UE están alarmados por la información falsa que florece en las plataformas online, sobre todo acerca de la pandemia de COVID-19 y la propaganda rusa en medio de la guerra en Ucrania. El año pasado, se reforzó el código al vincularlo con la Ley de Servicios Digitales, que obliga a las grandes empresas tecnológicas a limpiar sus plataformas bajo pena de pagar grandes multas.
Musk ha causado inquietud acerca de lo que aparece en Twitter al derogar su norma contra la desinformación sobre COVID-19 y disolver su Consejo de Confianza y Seguridad que lo asesoraba sobre problemas como el discurso de odio y otros contenidos dañinos.