De pequeñas islas a grandes ciudades, trabajadores franceses marchaban el martes en un nuevo choque contra el gobierno. Foto La Hora: AP.

De pequeñas islas a grandes ciudades, trabajadores franceses marchaban el martes en un nuevo choque contra el gobierno por su plan de subir la edad de jubilación. Líderes sindicales esperaban sacar de nuevo a más de un millón de personas a las calles en lo que un veterano líder izquierdista describió como una «insurrección ciudadana».

Las huelgas y protestas nacionales eran una prueba importante para ambas partes. El gobierno de presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo que estaba decidido a cumplir su promesa electoral de reformar el sistema de pensiones. Los sindicatos y legisladores de izquierdas que se resistían a los planes de Macron en el parlamento contaban con manifestaciones masivas para impulsar sus esfuerzos de dinamitar la reforma.

El veterano líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon predijo un «día histórico» de protestas y una derrota para Macron, mientras multitudes de personas empezaban a marchar en ciudades y pueblos fuera de París antes de la gran manifestación prevista para más tarde el martes por la capital francesa.

«No vemos a menudo esta clase de movilización masiva», dijo Mélenchon en la ciudad sureña de Marsella. «Es una forma de insurrección ciudadana». En la pequeña isla de Ouessant, frente al extremo occidental de Bretaña, unas 100 personas se congregaron en el exterior de la oficina del alcalde, Denis Palluel, para manifestarse el martes por la mañana, explicó.

En una conversación telefónica con The Associated Press, Palluel indicó que la perspectiva de tener que trabajar por más años alarmaba a los marineros de la isla, con duros trabajos en alta mar. «Retirarse a una edad razonable es importante, porque la esperanza de vida no es muy larga», alegó.

La primera ronda de acciones reunió entre uno y dos millones de manifestantes este mes, incluidas muchas decenas de miles en París. Los sindicatos aspiraban a igualar o incluso mejorar esas cifras el martes, con otra gran protesta convocada el martes por la tarde en París y cerca de 250 actos previstos en otros lugares. El gobierno movilizó 11.000 policías para vigilar las protestas.

Líderes sindicales franceses esperan sacar de nuevo a más un millón de personas a las calles el martes, en un nuevo choque contra el gobierno por su plan de subir la edad de jubilación en Francia. Foto La Hora: Robert Edme/AP.

Las posiciones se enconaban en ambos bandos, mientras comenzaba la pugna parlamentaria en torno a la propuesta de ley del gobierno, que subiría la edad de jubilación de los 62 a los 64 años. Macron describió el lunes la reforma como «esencial». Su primera ministra, Elisabeth Borne, insistió el pasado fin de semana en que subir la edad de jubilación a los 65 «ya no es negociable».

Los huelguistas y manifestantes pretendían demostrar lo contrario. La operadora ferroviaria SNCF advirtió de importantes complicaciones en su red el martes debido a las huelgas. Recomendó a los pasajeros que cancelaran o aplazaran sus desplazamientos y trabajaran desde casa si era posible. Los paros también afectaron a algunas escuelas y otros sectores. La emisora de radio France Inter emitía música en lugar de sus programas de entrevistas habituales y se disculpó a sus oyentes porque os empleados estaban en huelga.

 

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