El exdirector financiero de la Trump Organization, cuyo testimonio ayudó a hallar culpable a la compañía del expresidente estadounidense Donald Trump por fraude impositivo, será sentenciado el martes por evadir impuestos relacionados con 1,7 millones de dólares en beneficios laborales. Se anticipa que Allen Weisselberg será sentenciado a cinco meses de cárcel, en base al acuerdo llegado con la fiscalía en agosto.
Bajo el acuerdo, Weisselberg, de 75 años, accedió a declararse culpable de 15 delitos financieros y a testificar contra la compañía, en la cual trabajó desde mediados de la década de 1980. Se prevé que Weisselberg comenzará a cumplir su sentencia en la cárcel de Rikers Island, en la ciudad de Nueva York. Será elegible a ser liberado en poco más de tres meses si mantiene buena conducta.
Como parte del acuerdo, Weisselberg también deberá pagar unos 12 millones de dólares en impuestos, multas e intereses, que él dice ya estar comenzando a pagar. También deberá concluir cinco años de libertad supervisada. Weisselberg enfrentaba la posibilidad de pasar 15 años en la cárcel —la pena máxima por el cargo de robo financiero— si no aceptaba el acuerdo o si mentía al testificar en el juicio contra la Trump Organization. Es la única persona acusada en la investigación de tres años que realizó la fiscalía de Manhattan contra Trump y sus prácticas financieras.
Former Trump Organization CFO Allen Weisselberg set to be sentenced in tax fraud case https://t.co/d8bl3kVVaw
— CNBC (@CNBC) January 10, 2023
Weisselberg testificó durante tres días, ofreciendo un vistazo a las operaciones internas del emporio de bienes raíces de Trump. Trabajó para la familia Trump por casi 50 años, empezando como contador para el padre de Trump, Fred Trump, en 1973 antes de ser contratado por Donald Trump en 1986 y ayudar a la compañía a expandir sus intereses más allá de la ciudad de Nueva York para incluir campos de golf y cadenas de hoteles.
Weisselberg relató al jurado que violó la confianza de la familia Trump al conspirar con un subalterno para ocultar durante más de una década ingresos extra como un apartamento en Manhattan, automóviles de lujo y las escuelas privadas de sus nietos. Aseveró que manipularon registros de nómina y planillas de impuesto W-2.