El desglose de las ventas de boletos de Taylor Swift en Ticketmaster es un desastre que algunos fiscales generales no piensan olvidar.
Con los aficionados compartiendo la indignación y aflicción por las infructuosas horas que han pasado intentando conseguir lugares para la próxima gira de Swift, altos funcionarios judiciales en Nevada, Tennessee y Pensilvania han abierto investigaciones sobre el fiasco.
«Problema, problema, problema», tuiteó el fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, en referencia al éxito de 2012 de Swift «I Knew You Were Trouble» (Sabía que eras un problema) cuando le pidió al público presentar denuncias en su oficina sobre el uso de Ticketmaster.
Desde entonces, Shapiro, un demócrata que recientemente ganó la contienda a la gubernatura de Pensilvania, ha agradecido a las personas por su respuesta y señaló que su departamento había recibido «muchas denuncias» para revisar.
En Tennessee, el fiscal general Jonathan Skrmetti dijo que quiere garantizar que los clientes reciban un intento justo para comprar boletos.
«En este momento no hay acusaciones de mala conducta, pero como fiscal general me corresponde garantizar que se cumplan las leyes de protección al consumidor y antimonopolio en Tennessee», dijo Skrmetti a la prensa.
Neuer hará caso omiso de la directriz de la FIFA de que los capitanes se limiten a usar únicamente los brazaletes oficiales. Aquí detalles: #LHQatar https://t.co/ahwos8KAYU
— Diario La Hora (@lahoragt) November 19, 2022
Mientras tanto, en Nevada la fiscalía general dijo que investigaba a Ticketmaster por «presuntas prácticas comerciales engañosas o injustas».
El problema comenzó cuando aficionados registrados a quienes les dieron códigos para una preventa del martes, intentaron asegurar boletos para la gira The Eras del próximo año de Swift, que incluye 52 presentaciones. De inmediato se enfrentaron a largas demoras y mensajes de error de los que Ticketmaster culpó a bots y a una demanda sin precedentes, tras lo cual la empresa canceló las ventas del viernes al público en general.
«Es muy difícil para mí confiar a una entidad externa con estas relaciones y lealtades, y es insoportable para mí simplemente ver errores suceder sin ningún recurso», dijo Swift.