El gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de Nicaragua se impuso en las cuestionadas elecciones municipales del domingo, ganando ya todas las alcaldías escrutadas hasta el momento, 112 de un total de 153, según un informe oficial preliminar divulgado el lunes.
El Consejo Supremo Electoral (CSE) otorgó el triunfo a la alianza «Unida Nicaragua Triunfa», encabezada por el FSLN, que lidera el presidente Daniel Ortega, en 112 municipios que incluyen la alcaldía de Managua, la capital, la cual volvió a quedar en manos de la sandinista Reyna Rueda. El reporte oficial no incluye los restantes 41 municipios donde está pendiente el escrutinio.
Los comicios fueron realizados para elegir 153 alcaldes, 153 vicealcaldes y más de 6.000 concejales. El FSLN ya controlaba 141 municipios, tras haber ocupado en julio pasado, mediante una acción policial, cinco alcaldías que estaban en manos del opositor partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), ilegalizado en 2021.
Las otras 12 municipalidades han estado, hasta hoy, bajo control del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), a los que la oposición considera «colaboracionistas». Ortega, de 76 años, gobernó por primera vez de 1985 a 1990 y volvió al poder en 2007, para luego reelegirse en tres ocasiones en comicios donde la oposición denunció «fraude». Desde 2016 cogobierna junto a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Los sandinistas nos quieren convencer que en las elecciones ganaron el 100% de las alcaldías de Nicaragua. Eso no significa el 100% de los votos. O sea que del 17% que votó ¿Cuánto capital político tienen realmente?
— Bacanalnica.com (@Bacanalnica) November 7, 2022
Las elecciones del domingo, de las que fueron excluidos tres partidos opositores, se realizaron tras nuevas redadas policiales en seis departamentos del país, según el observatorio independiente Urnas Abiertas, que denunció más de 700 casos de «violencia política», como asedios, coacción y la captura de 17 personas del 1 al 6 de noviembre.
De acuerdo con ese organismo, no avalado por el gobierno, en las votaciones participó apenas un 17,3 por ciento de los 3,7 millones de nicaragüenses habilitados para el sufragio, lo que arroja un índice de abstención superior al 82,6 por ciento. La población total de Nicaragua es de unos 6,6 millones de habitantes. La presidenta del CSE, Brenda Rocha, dijo que el proceso electoral fue «un ejercicio cívico y soberano» que concluyó «con éxito», pero no dio cifras sobre la participación ciudadana en las urnas.
En una primera evaluación de la jornada, Urnas Abiertas señaló que los comicios se realizaron «bajo un control absoluto» del FSLN en los territorios, donde las personas estuvieron «vigiladas por el oficialismo cuadra a cuadra» para obligarlas a votar o para asediarlas en caso de ser opositores.
De acuerdo con el informe, los empleados públicos fueron «presionados» a votar y en el 63 % de los centros de sufragio observados «se comprobó la instalación de puestos de control» y vigilancia por parte de operadores políticos sandinistas, para saber quiénes acudían a votar y quiénes no.
En un 42 % de los centros de votación observados, hubo casos de personas que no se encontraron en el padrón en electoral, algunas de las cuales fueron «agredidas y expulsadas» del recinto, mientras en un 41 % de centros se detectó «proselitismo político» ya que había afiches del partido sandinista y personal electoral vestido con propaganda partidaria, indicó Urnas Abiertas.
Nicaragua vive una grave crisis política que estalló con las protestas sociales de abril de 2018, cuando la represión de policías y paramilitares dejó 355 muertos, 2.000 heridos, más de 1.600 detenidos en distintos momentos y 100.000 exiliados, la mayoría de ellos refugiados en Costa Rica.
En medio de temores que Twitter se inunde de discursos de odio y desinformación. Aquí más detalles ⬇️ #LHInternacional https://t.co/EuAQbezPVX
— Diario La Hora (@lahoragt) November 7, 2022