Las fotos del brasileño Fernando Sabag Montiel y de su pareja posando con la pistola que habría sido usada en el fallido atentado a la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner complican la situación. Foto La Hora: AP.

Las fotos del brasileño Fernando Sabag Montiel y de su pareja posando con la pistola que habría sido usada en el fallido atentado a la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner complican la situación de ambos detenidos al plantear la posibilidad de que habrían planeado el ataque con antelación.

En las imágenes difundidas por Clarín, La Nación y muchos medios locales se lo ve exhibiendo la Bersa con la que el 1 de septiembre le gatilló dos veces en la cabeza a Fernández de Kirchner en las inmediaciones de su vivienda en Buenos Aires. The Associated Press ha intentado confirmar con la Fiscalía la autenticidad de las imágenes, pero no ha obtenido respuesta.

En una fotografía el agresor, de 35 años, empuña el arma hacia arriba con un dedo sobre el gatillo. En otra su pareja Brenda Uliarte, de 23, aparece de cuerpo entero con la pistola calzada en la cintura de su pantalón.

El agresor y su pareja -quienes son vendedores ambulantes- son investigados por presunto intento de homicidio. Foto La Hora: AP.

El agresor y su pareja -quienes son vendedores ambulantes- son investigados por presunto intento de homicidio. Ambos fueron detectados por cámaras de seguridad públicas en las inmediaciones del domicilio de la vicepresidenta el día de los hechos. El frustrado ataque a Fernández de Kirchner, de 69 años, ha generado gran conmoción. Desde hace más de dos décadas la dirigente peronista es una figura central de la política argentina, donde ha ejercido como legisladora, presidenta durante dos mandatos consecutivos (2007-2015) y ahora vicepresidenta.

El agresor reside en Argentina desde la década de 1990 e imágenes obtenidas de sus cuentas en redes sociales -ahora inactivas- lo han mostrado posando con sus manos y brazos llenos de tatuajes asociados con simbología nazi.

En un principio los investigadores se toparon con problemas para desbloquear el móvil del detenido y se perdió información, por lo que analizan si hubo algún fallo durante su custodia por parte de la policía.

El día del ataque, Sabag Montiel logró gatillar dos veces a pocos centímetros de la cabeza de la vicepresidenta. El arma tenía cinco balas pero no llevaba ninguna en la recámara, por lo que la bala no salió, según la policía.

Según medios de prensa, durante su indagatoria de la víspera el agresor despegó a Uliarte del hecho mientras que ella afirmó que sólo concurrió a la zona donde reside la exmandataria para acompañar a su novio y que no se imaginaba sus planes.

Los días previos al intento de atentado las inmediaciones del domicilio de la vicepresidenta estuvieron llenas de seguidores para respaldarla luego de que un fiscal pidió una condena para ella de 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por presuntos actos de corrupción cometidos durante su gobierno.

 

Fernández de Kirchner niega los cargos y señala que la justicia actúa bajo dictados de dirigentes opositores.

La vicepresidenta no se ha referido públicamente al intento de atentado.

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