La flamante líder del Partido Conservador británico, Liz Truss es recibida por el edecán de la reina Isabel II, teniente coronel Tom White, y su secretario privado Sir Edward Young a su arribo al palacio de Balmoral, donde la reina la invitará a asumir como primera ministra y formar gobierno, en Aberdeenshire, Escocia. Foto: La Hora/AP

Liz Truss asumió como primera ministra del Reino Unido el martes para afrontar la enorme tarea en medio de presiones crecientes para detener el aumento desenfrenado de los precios, aliviar el malestar laboral y reparar un sistema nacional de salud agobiado por largas listas de espera y escasez de personal.

Al tope de los retos se encuentra la crisis energética provocada por la invasión rusa a Ucrania, que amenaza con elevar las facturas de energía a niveles inasequibles, lo que provocará el cierre de negocios y dejará a los más pobres tiritando de frío en sus casas sin calefacción.

Truss se negó a revelar su estrategia energética durante la campaña para suceder a Boris Johnson. Su plan, que daría a conocer el jueves, consistiría en poner topes a las facturas de energía a un costo para los contribuyentes de 100.000 millones de libras (116.000 millones de dólares), informó la prensa británica el martes.

 

“La crisis del costo de la vida en Inglaterra es realmente grave en este momento”, dijo la agente policial Rebecca Macdougal”, de 55 años. “Ella hace muchas promesas, dice que va a cumplir, cumplir, cumplir. Pero en las próximas semanas esperamos conocer algunos anuncios que ayudarán a la persona trabajadora común”.

Truss asumió el martes en el castillo de Balmoral, en Escocia, donde la reina Isabel II le pidió formalmente que forme un nuevo gobierno, en una ceremonia cuidadosamente coreografiada de acuerdo con siglos de tradición. Johnson, quien anunció su intención de renunciar hace dos meses, lo hizo formalmente poco antes, también en una audiencia con la reina.

Por primera vez en los 70 años de reinado de Isabel, la trasmisión del mando se realizó en Balmoral en lugar del Palacio de Buckingham en Londres. La ceremonia se realizó en Escocia porque la reina de 96 años tiene problemas para trasladarse, lo que obliga a los funcionarios de palacio a adecuar los planes de viaje día a día.

El primer ministro saliente de Gran Bretaña, Boris Johnson, habla en el exterior de la residencia oficial, en Downing Street, Londres, el 6 de septiembre de 2022, antes de dirigirse a Balmoral, Escocia, donde presentará su renuncia a la reina, Isabel II. Foto: La Hora/AP

Truss, de 47 años, fue elegida líder del Partido Conservador gobernante en una elección en la que participaron solamente los 172.000 afiliados. Como líder, Truss pasó a ser primera ministra automáticamente, sin necesidad de una elección general, porque su partido conserva la mayoría en la Cámara de los Comunes.

Pero habiendo sido elegida por menos del 0,5% de los adultos británicos, Truss está forzada a obtener resultados rápidamente.

Ed Davey, líder del partido opositor Liberal Demócrata, reclamó el martes una elección anticipada en octubre.

“He escuchado a Liz Truss durante la (campaña por) el liderato del partido y esperaba escuchar un plan para ayudar a la gente a enfrentar las facturas de energía que se van por las nubes, la crisis del NHS (servicio nacional de salud) y demás problemas y no escuché plan alguno”, dijo a la BBC.

“Dado que la gente está realmente preocupada, dado que la gente sufre de insomnio por las cuentas de energía, las empresas no invierten debido a la crisis, eso realmente está mal”, dijo Davey.

Aunque muchos observadores prevén que Johnson tratará de regresar a la política, él ofreció su respaldo a Truss y se comparó con Cincinato, un dictador romano que renunció a su poder y regresó a su granja para vivir en paz.

“Como Cincinato, regreso a mi arado”, dijo. “Y no ofreceré a este gobierno, sino mi más ferviente apoyo”.

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