Destacando la estrecha relación que existe entre las naciones de América y como la situación económica o política de una puede afectar al resto, la primera dama estadounidense cumplía el jueves su primer día de una gira por tres países latinoamericanos a pocas semanas de que se realice la Cumbre de las Américas.
Jill Biden inició sus actividades en Ecuador con una visita a escuelas y programas sociales apoyados por su país y en sus pronunciamientos a la prensa destacó la colaboración que debe existir entre territorios de la región. «Estamos todos conectados, especialmente aquí en las Américas. Si una nación es vulnerable a un gobierno autoritario o una crisis o pobreza, va a tardar muy poco en que también esos problemas nos afecten a nosotros».
Añadió que junto a sus esposo, el presidente Joe Biden, «estamos ansiosos de invitar a los líderes y a sus cónyuges … para la Cumbre de las Américas. Nuestros líderes tienen una agenda muy ambiciosa, reunirse y lograr un futuro equitativo y sustentable».
El presidente Guillermo Lasso, manifestó que la presencia de Jill Biden es una muestra más de las «muy estrechas relaciones que nos unen» y acerca de la Cumbre de las Américas expresó que «es un espacio ideal para tratar temas fundamentales para nuestros países como la democracia, la migración, la seguridad hemisférica, el desarrollo ,,, la cooperación y otros asuntos de beneficio mutuo».
We’re all connected — especially the Americas.
If one nation is vulnerable to authoritarianism, or health crises, or poverty, it won’t be long before we see those same problems reach all of us.
— Jill Biden (@FLOTUS) May 19, 2022
La Cumbre de las Américas ha sido tema de conversación desde que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador dijo a la prensa que no asistiría al evento si Estados Unidos no invitaba a Nicaragua, Cuba y Venezuela. Según el mandatario, al tratarse de un evento regional, no tendría que haber exclusión. Al poco tiempo el mandatario de Bolivia, Luis Arce, se sumó al comentario de López Obrador y le siguió su par guatemalteco, Alejandro Giammattei, quien aseguró que no iría.
La reacción de Giammattei siguió a críticas que Estados Unidos emitió sobre la reelección de la fiscal general guatemalteca, Consuelo Porras, quien ha sido señalada de obstaculizar investigaciones sobre corrupción en su país.
Desde Ecuador, las declaraciones de la primera dama alentaban la cooperación. Destacó que siempre es bienvenida la ayuda de los países grandes a los pequeños, pero eso «no impide que los pequeños también podamos ayudar a los grandes en la medidas de nuestras posibilidades. Siempre se puede hacer algo por los demás».
La agenda de Jill Biden empezó con una visita al Palacio de Carondelet, sede del gobierno ecuatoriano, donde mantuvo un encuentro con su homóloga ecuatoriana María de Lourdes Alcívar.
En el primer centro educativo al que acudieron las dos primeras damas, llamado Reino de Quito, visitaron un aula donde estaban niños de uno a tres años cuyas familias están en extrema pobreza. Allí los infantes jugaban con una tela de colores agitándola arriba y abajo, tarea a la que se unieron las visitantes. También visitaron una segunda aula, con niños de la misma edad, que estaban tomando un refrigerio, tras lo cual pintaron con su manos sobre papel. La primera dama estadounidense también tiene previsto realizar un recorrido por varios centros educativos de populosas barriadas quiteñas que acogen a ecuatorianos y a numerosos migrantes venezolanos y colombianos y a varios programas sociales.
Tras su paso por Ecuador, Jill Biden tiene programado viajar a Panamá el viernes y a Costa Rica el sábado, donde el 23 de mayo terminará la gira que se realiza poco antes de la Cumbre de las Américas prevista entre el 6 y el 10 de junio en Los Ángeles.